El Ayuntamiento de Cáceres concluyó ayer las obras de reparación que causaron la inundación el pasado jueves de la Fuente de Concejo, una de las más tradicionales de la ciudad. El concejal de Infraestructuras, Andrés Licerán, explicó que se había roto una conducción, que mojó el cuadro eléctrico y que impedía el funcionamiento de la bomba.

El edil recordó que el Consorcio Cáceres Ciudad Histórica prevé actuaciones de mejora de la accesibilidad tanto en la fuente como en la Cisterna de San Roque, con un presupuesto de 10.000 euros. Las obras se centrarán en el mirador, uno de los puntos de referencia de los cacereños, y además se abrirá la entrada al interior de la fuente para admirar la arquitectura de este espacio.

Asimismo, se modificará la iluminación del edificio para que sea más perceptible. Igualmente, se prevé instalar un mirador desde San Marquino para completar la ruta por esta área en la zona de la Ribera del Marco, que se ubica fuera del casco histórico pero con grandes vistas a la ciudad monumental.

Ya en 2008, siendo alcaldesa Carmen Heras, se invirtieron 130.000 euros en el arreglo de la fuente, cuyo cuerpo principal y explanadas adyacentes ocupan una superficie de 200 metros cuadrados, y el jardín de nueva creación (antiguo vivero municipal de plantas del Concejo de casi 1.100 metros cuadrados).

Aunque la fuente quedó como elemento arquitectónico puesto que no tiene agua potable, el ayuntamiento la limpió y restauró, resolvió los problemas de inundación, la iluminó e hizo visitable los restos escultóricos de su interior. El jardín, al que se dotó de columpios, disponía de tres elementos que justificaban su visita: las vistas panorámicas, el microclima y el tilo singular que preside el espacio --entonces Heras trabajaba para su declaración como árbol notable--. Fue el noble cacereño Alfonso Golfín quien mandó construir Fuente Concejo a mitad del siglo XV con piedra de granito y depósito abovedado.