Unos 350 socios, un amplio y constante programa de actividades y una antigüedad de 25 años nos avalan. Y aun así seguimos sin sede vecinal. En la junta directiva de Hispanoamérica nos habría gustado que el proyecto se hubiera agilizado después de ser anunciado en mayo, pero estamos en agosto y no se ha hecho nada. Nos satisface --lo reconocemos-- la resolución del concejal Joaquín Rumbo, que ante el retraso técnico ha decidido sacar el proyecto de la obra a concurso. Ojalá que el inicio de la actuación no se demore más allá de la primera quincena del mes de septiembre, como nos aseguran desde el ayuntamiento.

El equipo de gobierno debería esforzarse en conseguir que los plazos se cumplan porque todos los vecinos estamos muy ilusionados en contar con unas nuevas instalaciones. Demostraremos que necesitábamos esa sede. Le daremos el contenido social que todos esperan porque, sinceramente, no queremos disponer de una sede para tenerla vacía y sin contenido. El tiempo nos dará la razón de que es una cosa buena para nuestra barriada. Somos una asociación viva, que trabaja, que se preocupa por el barrio. Lo merecemos.