En la segunda quincena de enero, se celebran dos de las romerías más tradicionales de la ciudad: en el Paseo Alto, la de los mártires en honor a San Fabián y San Sebastián y en los alrededores de la ermita de San Blas, la de este santo.

La segunda acepción que la Real Academia atribuye a la palabra romería es: «Fiesta popular que con meriendas, bailes etc., se celebra en el campo inmediato alguna ermita o santuario el día de la festividad religiosa del lugar». Como no podía ser de otra manera, definición perfecta.

Las romería de los Mártires, aunque este año cumpla 40 años desde su recuperación, su tradición en la ciudad se remonta en la noche de los tiempos, nos tenemos que retrotraer al glorioso sigo XVI de la ciudad (o incluso antes), para descubrir ya en ella a un grupo de devotos de estos santos tan populares. El amigo Serafín Martin Nieto (y algún otro como Francisco Acedo) se encarga de recordarnos su historia, historia que está llena de decisiones incomprensibles, pero que no han podido con ella y en la actualidad se mantiene en el Paseo Alto (el edificio, con muchas dificultades) como signo de algo que fue y que algunos queremos seguir manteniendo.

La construcción de la actual plaza de toros (1845), y las dificultades de su emplazamiento para la apertura de nuevos caminos, parecía que iba a ser su fin. Pero no, la devoción a los santos, especialmente a San Sebastián, hizo que un nuevo proyecto se comenzara en 1852 (obra de León Mora) y se inaugurara en 1860 en su actual ubicación, además se tuvo mucho cuidado en terminar bien los alrededores, por lo que quedaba un lugar muy agradable para paseos y otras diversiones.

La ermita tenía su buen retablo decimonónico que albergaba las dos imágenes actuales, imágenes que no son las originales de las cuales no se tienen noticias ciertas. Posee también una buena imagen mariana de vestir del siglo XVIII, que como muchas de las tallas, también de la vecina San Blas, fueron traídas de la Iglesia de Santiago a la cual pertenecía la ermita (esta imagen estaba en bastante mal estado, y ha sido una de las restauraciones que ha llevado a cabo la cofradía que en la actualidad se encarga de la organización de la fiesta).

La próxima semana hablaremos de San Blas