La crisis económica planea de nuevo sobre la continuidad de la fábrica de cerámicas Waechtersbach, una de las escasas plantas industriales que tiene la ciudad. Fuentes internas de la empresa confirmaron ayer a este diario que el actual propietario, el empresario Alejandro Rodríguez Carmona, ha presentado un expediente concursal de liquidación de la fábrica, lo que antiguamente se conocía como expediente de quiebra, por la imposibilidad de hacer frente a las deudas.

Las mismas fuentes aseguraron que el expediente se presentó el día 30 de septiembre ante el juzgado de lo Social.

Sin confirmación oficial

Rodríguez Carmona declinó ayer hacer declaraciones al respecto. Este diario contactó con él por teléfono y le interpeló sobre la veracidad de esta información. El empresario ni la admitió ni la desmintió. A la pregunta de si confirmaba o no que hubiera presentado dicho expediente, sólo contestó: "No puedo". Desde el comité de empresa tampoco se quiso ayer confirmar si estaba al tanto o no de ese supuesto expediente de liquidación. Otros trabajadores sí explicaron que es "algo que se sabe entre la plantilla, aunque todavía no nos lo han comunicado oficialmente".

Waechtersbach lleva más de tres años en la cuerda floja, desde que la empresa alemana de la que dependía abandonó la propiedad. En ese tiempo, alimentado por una incertidumbre permanente, los despidos, las deudas a proveedores e incluso salariales a los empleados y las protestas de los trabajadores han sido el pan de cada día.

El empresario Alejandro Rodríguez tomó a finales del 2002 las riendas de la fábrica, ya en situación de quiebra. En el 2003 una sociedad mejicana entró a formar parte del accionariado, con un 40% de la propiedad, lo que permitió una inyección económica de más de un millón de euros que preveía ser la salvación económica de la planta. Ahora una nueva amenaza de quiebra se cierne sobre su futuro y sobre el de sus 90 trabajadores.