El centro comercial Ruta de la Plata se prepara para abrir sus puertas mañana, cuando la capital cacereña pase a la fase 2 de desescalada. Reanudará su actividad en su horario habitual, de 10.00 a 22.00 horas. Es el único espacio comercial que quedaba cerrado en la ciudad de Cáceres al tratarse de la única gran superficie, el resto de comercios ya han abierto en la fase 1 al contar con menos de 400 metros o, si superaban esa extensión, han adaptado sus instalaciones para poder reanudar su actividad. Desde hace unos días el trabajo en el Ruta de la Plata es frenético. Eso sí, en el interior, ya que la persiana aún permanece bajada.

El espacio está trabajando para cumplir todos los protocolos que exige el Ministerio de Sanidad por la crisis del coronavirus. Así, uno de los cambios más importantes se centra en el tránsito y la circulación de los clientes. De esta forma, en el acceso principal solo podrán utilizarse dos puertas, una de entrada y otra de salida (son automáticas y solo se abrirán cada una en su dirección). Dentro del centro comercial también habrá un único circuito para su recorrido, que se encuentra perfectamente señalizado con flechas en el suelo. Los clientes deberán acceder por el pasillo de la derecha (el más cercano a la puerta de entrada) y para llegar al otro pasillo deberán dar la vuelta al final del centro comercial. Por el de la izquierda solo se podrá pasear en sentido salida.

El plan de movilidad de personas que se ha ideado está basado en la información que arroja la Organización Mundial de la Salud y se ha completado con el asesoramiento de especialistas médicos y la experiencia previa de profesionales de Cushman& Wakefield (consultora de la gerencia del centro comercial) que han trabajado en países que ya han iniciado su desescalada, como China, Holanda, Italia, Polonia o República Checa.

AFORO LIMITADO

El aforo máximo será del 40%, que en el caso del Ruta de la Plata permite que en su interior solo puedan permanecer 2.041 personas. Para ello el centro comercial ha instalado un sistema de conteo en todos los accesos (tanto a pie como desde el párking) que contabilizan los clientes que entran y salen. Cuando se llega al máximo saltan las alarmas. Será un agente de seguridad el que se encargue de su control y, si se completa el aforo, pedirá a las personas que quieran acceder que esperen en la calle, respetando la distancia de seguridad.

El espacio se ha sometido además a una limpieza extrema y hoy se llevará a cabo otra con nebulización, para que todo esté desinfectado para mañana. Durante el horario de apertura se procederá también a varias desinfecciones sistemáticas, prestando especial atención a todas las superficies de contacto como botones de ascensores, pasamanos, pomos de las puertas… Y en los aseos habrá un equipo dedicado en exclusiva durante todo el día. Una vez cerrado, cada jornada volverá a desinfectarse con nebulización para estar listo para el día siguiente. Para ello ha sido necesario duplicar la plantilla tanto en seguridad como en limpieza.

A lo largo del centro comercial y en los accesos a las tiendas se han instalado también dispensadores de hidrogel (para activarlos tienen un pedal) y se han colocado papeleras automáticas que se abren solo con acercar la mano, sin necesidad de tocarlas. Se ha ampliado asimismo el espacio de la terraza de Lizarrán, para que pueda colocar el 50% de sus mesas respetando la distancia de seguridad. Lo que se mantendrán cerradas son las áreas de descanso y los servicios táctiles, como los directorios interactivos o consignas, así como los espacios de ocio infantil y la actividad cultural.

La ropa se pondrá en cuarentena

La ropa tampoco se libra de la cuarentena. Y el que la crisis sanitaria obligará también a cambiar los hábitos a la hora de salir de compras. En el caso del centro comercial Ruta de la Plata cada tienda ha creado sus propios protocolos, por lo que las normas en cada una de ellas serán diferentes. Por lo general se mantendrán operativos los probadores, aunque los comercios más pequeños como Mayoral han decidido dejarlos fuera de servicio ante la imposibilidad de mantener la distancia de seguridad. En otros con más espacio, como Cortefiel, estarán abiertos pero alternos, es decir el situado en medio de uno y otro se mantendrá cerrado para garantizar la seguridad.

Además la ropa que los clientes se prueben tendrá que seguir unos protocolos de desinfección. En Cortefiel la rocían con un líquido específico para pasarle después la vaporeta, que expulsa vapor a casi 100 grados, lo que favorece a la eliminación del virus. Después, cada prenda debe mantenerse 48 horas en cuarentena, guardada en el almacén. De hecho, la ropa que se venderá a los clientes en la mayoría de los casos es la que nunca ha sido utilizada, para evitar contagios. Y se ampliarán los plazos de devolución, hasta dos meses según las firmas.