El que entra en el mundo de la droga suele ser el más débil, el más bueno, el que no sabe decir no, el que se deja llevar por los demás. Pero a la droga hay que saberle decir no, un no con mayúsculas.

De la droga hay que hablar de un modo natural. Recuerdo que cuando hace 20 años alguien tenía un cáncer siempre trataba de esconderse y se decía: ´Ha muerto de una cosa mala´. Ahora no es así y se hace frente a esta enfermedad a cara descubierta. Sin embargo de la droga continúa hablándose en clave de tabú.

Entre los múltiples estupefacientes que hay en el mercado está la cocaína, que consumen muchos jóvenes tomándola a broma, sin darse cuenta de que la droga mata. De la droga se puede salir, pero no hay que entrar. Y para eso están la prevención, las charlas y las palabras, para convencernos de su maldad.

*Vicepresidente Proyecto Hombre.