El Ayuntamiento de Cáceres baraja cambiar las licencias a los bares de copas de la ciudad para que puedan abrir. De esta forma se expresó el alcalde, Luis Salaya, en declaraciones a los medios este miércoles, en relación a si la ciudad seguirá la estela de Mérida después de que la capital extremeña anunciara que ofrecerá permisos de café bar a locales de ocio nocturno para ampliar su horario diurno y así hacer frente a las pérdidas que provocará el cierre decretado por el Gobierno ante el avance de los contagios. «Lo estamos estudiando con los técnicos de Urbanismo, parece difícil pero no es descabellado, tenemos que ver si es viable», aseguró Salaya, que incidió en que la dificultad a la hora de regular el cierre del ocio nocturno reside en que la norma en cada ciudad «es muy diferente». «Cuando hablamos de licencias de locales el Ayuntamiento de Cáceres cataloga de una manera, en cada ayuntamiento es un mundo».

En ese sentido, el alcalde hizo hincapié también en que el decreto deja «en el aire» varias cuestiones debido a que expone un marco, «dice qué tenemos que hacer», pero lamenta que «no plantea alternativas como el cambio de uso para que no tengan que cerrar». En cualquier caso, Salaya puso de relieve que la posición del consistorio no es «ir en contra del espíritu de la norma, que tiene un sentido y una razón porque la situación se está complicando», aunque manifestó que en el caso de la capital cacereña, «la gran mayoría e los hosteleros ha cumplido» y añadió que la situación de la ciudad es excepcional. «La situación de Cáceres es más difícil que la del resto de ciudades de Extremadura, tiene un apoyo económico en el turismo que no tiene ninguna otra ciudad y vamos a necesitar ayuda y apoyo y que nos dejen recuperarnos cuanto antes, reclamamos lo lógico, cuando hay un conflicto con la hostelería se debe apoyar a Cáceres», concluyó. Sobre la posibilidad de aplicar esta medida se pronunció el sector.

Cabe recordar que las restricciones marcadas por el Gobierno central afectan en la ciudad a 37 locales con la categoría de bar especial y a 5 cafés-concierto. En ese sentido, desde la asociación Acabares, un colectivo formado por un centenar de negocios, se muestran escépticos con su efectividad. Según expone su portavoz, José Mostazo, «no servirá de nada» debido a que la tendencia de horarios de los clientes no va a acompañar. «Ahora no estamos facturando ni un 25% de lo que ganamos en un verano y esto va a suponer más costes que beneficios», añade. Tampoco se muestra partidaria de la medida la asociación provincial de Hostelería y Turismo (Aecahtur), que alega la «complejidad burocrática» que supone un cambio de licencia para un negocio. Sostienen, en esa línea, que la única opción para amortiguar la caída del sector del ocio nocturno son las ayudas directas.

En cuanto al futuro de la terraza del Hípico, que no se regula en base a la ordenanza de bares especiales ni cafés concierto ya que cuenta con una autorización diferente, los promotores aseguran a este diario que ya han recibido el permiso de la Junta para abrir a partir de las 18.00 horas --hasta ahora abría a las 22.00 -- y tendrán servicio de cátering y cenas.