El alcalde, Luis Salaya, manifestó este lunes que su opinión sigue siendo que el bloque C de la calle Ródano se derribe, su desaparición será «un símbolo de la recuperación del barrio». Este bloque se construyó hace 35 años dentro de la promoción de viviendas sociales más grande que ha hecho el ayuntamiento. Este edificio se acabó convirtiendo en un foco de conflictos y ejemplo del deterioro de Aldea Moret como consecuencia de la acumulación en una misma zona de la ciudad de la mayoría de las casas de promoción pública. Los distintos focos de población conflictiva que había repartidos en el municipio en la década de los ochenta y noventa del siglo XX se ubicaron en un mismo sitio.

No es la primera vez que Salaya manifiesta su intención de derribar este bloque, ya lo dijo cuando estaba en la oposición y era candidato a la alcaldía. Entonces abogó por el derribo del bloque C de la calle Ródano. Así en noviembre de 2018 ya avanzó esta pretensión cuando esta actuación se incluyó en el borrador de los presupuestos participativos, aunque finalmente no se incorporó a las partidas financiadas con cargo al presupuesto. Salaya se llegó a comprometer a tirarlo en el primer mes de su mandato si era elegido alcalde.

Entonces Salaya, que era portavoz del grupo municipal socialista y calificó este edificio como un «monumento a la marginalidad», recordó como en 2015 ya se había comprometido a tirar el edificio si resultaba elegido alcalde.

Salaya reiteró su compromiso de tirar el bloque durante la presentación este lunes de los resultados del programa Crisol Formación en Pintura Decorativa en Construcción. Es una acción puntual que es parte del objetivo del gobierno local de «recuperar el barrio, las calles, las plazas -de Aldea Moret-. Es un trabajo arduo y llevamos muchos años perdiendo cada centímetro del barrio, pero es el momento de pasar a la ofensiva y este proyecto es parte de ello», manifestó el regidor.

La intención del gobierno local es ir recuperando las calles «con actividades que ganen el espacio a aquellas otras que son poco deseables para tener cada día un trocito más de barrio donde todo el mundo se sienta seguro y pueda desarrollar una vida plena». Si entre las pequeñas actuaciones están las desarrolladas con el programa Crisol, entre las grandes figura la desaparición del bloque C, desde hace años tapiado y al que aún no se ha dado una solución.

Salaya admitió ante los participantes en el programa Crisol que en Aldea Moret «tenemos mucho trabajo y la solución no estará en un año, en ocho o en quince, pero vamos a empezar a solucionarlo». «Necesitamos que las familias no vivan sometidas al estrés continuo de comportamientos incívicos en los vecindarios», agregó el alcalde, que recordó que el trabajo no solo se tendrá que hacer de puertas afueras en las plazas y calles del barrio, sino también de puertas adentro para que los edificios pasen a estar en buen estado y se erradiquen los comportamientos incívicos.