El alcalde, Luis Salaya, confirmó este miércoles a preguntas de los medios de información que se trabaja en «una posible semipeatonalización» del eje que forman las calles San Antón y Parras que mantenga el paso de los autobuses, incluido los turísticos, y de los vehículos que se dirijan al párking de la plaza de obispo Galarza. La actual restricción desde San Antón no tiene una relación directa con esta idea, «no es un ensayo -dijo-», sino que obedece a «evitar aglomeraciones en San Antón porque necesitamos que la gente pueda invadir la calzada».

Salaya se refirió a este asunto a preguntas sobre el escrito que negocios de la zona, con el apoyo de Aeca, presentaron el pasado 18 de junio en el ayuntamiento para que se retirasen todas las limitaciones de paso de vehículos desde San Antón, ya que consideran que las mismas afectan negativamente a sus negocios, además se pide una reunión con el alcalde.

Salaya confirmó que su intención es reunirse con estos empresarios, «vamos a recibirles y a contar con ellos», aseguró, pero añadió que no hay relación entre la restricción del paso de vehículos que hay ahora desde San Antón y la actividad económica de los negocios, «no creo que a ningún empresario de la zona le esté afectando el corte por un razón y es que está permitido el paso de autobuses y de vehículos que acceden al párking de Galarza».

La semipeatonalización de San Antón y Parras no es algo que se pueda acometer ni a corto ni a medio plazo. No está en el presupuesto, salvo que se haga una modificación en el mismo o se acuda a una operación de crédito. Si no es así, tendrá que esperar como mínimo al año próximo. Esa semipeatonalización está desde 2014 en el plan de infraestructuras para la movilidad urbana sostenible (Pimus), que propone entre sus medidas la creación en el eje de Parras y San Antón de una plataforma única que permita a los peatones usar la calzada -las ilustraciones de la información son parte de las propuestas que el Pimus hace para este eje-.

Salaya ofreció otro argumento para la semipeatonalización, no citó el Pimus, al apuntar que una plataforma única, sin diferencia de nivel entre la acera y la calzada, mejoraría la accesibilidad de Parras y sería una alternativa a Alzapiernas. El regidor insistió en que no es partidario de volver a tocar Alzapiernas, no se valora por parte del gobierno pese a que se tiene un informe de la Oficina Técnica de Accesibilidad de Extremadura que concluye que esta calle presenta ahora más problemas de accesibilidad que antes de su reforma. Por tanto reiteró que hay que buscar «una alternativa» y ésta pasaría por hacer más accesible Parras.

De momento esos planes de semipeatonalizar Parras chocan no solo con las 24 empresas que firman el escrito registrado en el ayuntamiento, sino también con Aeca, la asociación más representativa del sector, aunque en su escrito el temor es por una posible peatonalización. Salaya reiteró su intención de reunirse con ellos, pero les pidió que acudan con una posición abierta a una semipeatonalización que a la larga les podría beneficiar.