La preocupación municipal crece y ayer el alcalde, Luis Salaya, volvió a pronunciarse sobre las cañas de Nochebuena. Anunció que sacará a la policía local a la calle y que pedirá refuerzos al Cuerpo Nacional de Policía para garantizar el cumplimiento de las normas que impone la pandemia. Salaya, visiblemente inquieto por este asunto, reiteró que desde el ayuntamiento «no se dará ninguna autorización de fiesta ni de ocupación de la vía pública ni nada parecido».

El mandatario municipal realizó estas declaraciones justo el día en que Extremadura registraba 314 casos positivos de covid-19 y en los hospitales de la región permanecían ingresadas 149 personas, 25 de ellas en la UCI. Solo el Área de Salud de Cáceres notificó este miércoles 88 casos positivos. Acumula 354 fallecidos de los 1.018 muertos que contabiliza la comunidad autónoma.

Salaya se remitió a la junta local de seguridad que se celebrará mañana y en la se diseñará «todo el dispositivo» que controlará que las cañas no se desboquen. El regidor hizo un llamamiento «a que no haya ninguna relajación y el cumplimiento de la ciudadanía sea estricto».

Las cosas están complicadas. Tanto que el consejero de Sanidad, José María Vergeles, aseguró ayer que Extremadura suspenderá el plan de Navidad si la incidencia a 14 días vuelve a superar los 250 casos.

Entretanto, los dueños del mìtico bar Las Cancelas, que Felipe Vázquez y Nieves Palacios abrieron el 20 de marzo de 1967 en la plaza de Italia, anunciaron que debido a las restricciones impuestas a la hostelería como consecuencia del covid, «en un ejercicio de responsabilidad y muy a pesar nuestro, nos vemos en la obligación de cerrar el día 24 y 31 de diciembre a partir de las 11.30».

Después de 53 años celebrando las navidades «queremos que sepáis que estaréis en nuestros pensamientos esos días tan especiales». Este año no habrá el tradicional reparto del bolígrafo y el mechero de Las Cancelas. Si el clásico cacereño de las cañas cierra es señal de que una retirada a tiempo siempre es una victoria.