Mucho sol, clima primaveral, temperatura que ni pintada... pero día laborable. A la segunda fue la vencida y San Blas pudo celebrar ayer su romería, tras las lluvias y la suspensión del pasado sábado. No se dieron cita las 10.000 personas de otros años porque el trabajo es el trabajo, pero cientos de cacereños acudieron a su cita con el protector de las gargantas. Abuelos y madres con niños, muchos de traje regional, llenaron la avenida a media tarde.

Las voluntarias no daban abasto con la venta de cordones del santo; la asociación vecinal repartía 5.000 mantecados a troche y moche ; y la ermita estaba abarrotada antes de la procesión. Vamos, nada que ver con la desolación del sábado. Pero se echaron de menos las roscas de anís, donadas a las casas asistenciales tras la suspensión de la romería.

Por su parte, el alcalde Saponi se reunió ayer con el secretario regional de UGT, Miguel Bernal, y la secretaria institucional, Rafaela Fuentes, a quienes mostró su disposición de ceder definitivamente la Casa del Pueblo, construida por los trabajadores del sindicato antes de la guerra en la parte antigua (calle Olmos), y adquirida en 1940 por el consistorio a cambio de 45.000 pesetas. Cándido Méndez y Nicolás Redondo inauguraron hace meses las reformas del inmueble.

Finalmente, la presidenta de Manos Unidas, Concha Dotú, anunció ayer la campaña 2004 para ayudar a varios países. Comenzará hoy con una presentación en el aula cultural de Caja Extremadura presidida por el obispo Benavente (20.00). El viernes, Día del Ayuno Voluntario, habrá misa en las Carmelitas (19.00) y acto solidario en Cánovas con la lectura de un manifiesto por Joaquín Hergueta, decano de los abogados. (20.00).