Una valla impedirá el acceso de los coches a la explanada del santuario durante las noches. Así lo ha decido la cofradía para mantener limpio el recinto en el que vive la patrona de la ciudad y evitar los botellones . La instalación de la verja es inminente, aunque aún quedan algunos remates. El mayordomo de la cofradía, Joaquín Floriano, dijo que "se pondría a finales de esta semana".

Por otro lado, se ha arreglado el tejado y se ha acondicionado la sala de mantos, situada en la planta superior del santuario, para permitir que los visitantes puedan ver los más de cien mantos que posee la Virgen.

Floriano adelantó que aún queda pendiente la reforma del Camerín, que es el proyecto estrella de la cofradía. Se trata de una obra de gran envergadura, por lo que la institución no puede hacer frente a la misma. Floriano señaló que para llevarlo a cabo tendrán que pedir fondos a Patrimonio Cultural y a la Junta de Extremadura.