Es el último seminario en el que se acometen obras --para su reforma--. O es servible o lo tienes que cerrar", comentó ayer Francisco Cerro, obispo de Coria-Cáceres, en la presentación de las obras que acomete la diócesis en el edificio del seminario. Son obras de remodelación interior de un edificio que está protegido (el exterior no se toca) y en el que no se han hecho grandes reformas desde su construcción hace más de medio siglo. Se han adjudicado dos de las fases con un presupuesto que no llega a los 300.000, pero falta por contratar la de ejecución, que será la más costosa y de la que ayer no se avanzó su importe. El plazo de ejecución es de 24 meses y se actúa en más de 5.000 metros cuadrados edificables repartidos en cuatro plantas.

Una de estas fases afecta a la principal novedad de la reforma: el uso de energía geotérmica para los consumos en el seminario. En esta fase se acometen 35 perforaciones, de 153 metros, en la parcela adyacente para captar energía geotérmica. Las previsiones son que "el 75% de la energía que se consuma provenga del terreno", manifestó Rubén María Jiménez, arquitecto autor del proyecto, que también recoge instalar placas fotovoltaicas.

Otra novedad a la que aludió ayer Jiménez fue que el seminario tendrá acceso por Héroes de Baler. Se elimina el muro que ahora lo separa de la avenida. En esta parte está la biblioteca. Además de hacer el inmueble más habitable, otro objetivo de la obra es potenciar el archivo histórico diocesano, que cuenta con unos 40.000 volúmenes.

Jesús Luis Viñas, delegado de Comunicación y administrador del seminario, destacó que con el uso de energía geotérmica se espera conseguir un ahorro anual de 35.000 euros. Viñas recordó que la reforma del seminario es un proyecto que se intenta acometer desde hace una década. Precisó que parte se financiará con los ingresos del alquiler a la empresa Care del ala del seminario donde está la residencia de mayores y añadió que otra se intentará conseguir con una campaña para lograr donaciones. Dos de sus lemas son 'Apadrina un seminarista' y 'Un seminario abierto'. Con esta campaña, por ejemplo, se pondrá en la puerta de las habitaciones de los seminaristas una placa con el nombre del donante, al igual que hizo el obispo Llopis Ivorra cuando se construyó el seminario.

También se confirmó que la diócesis renuncia a la operación prevista en el plan de urbanismo que permitía hacer pisos en la parcela (en la parte del colegio) y se anunció que los sondeos, es una zona de vigilancia arqueológica, no detectan presencia de restos. El rector del seminario, Miguel Angel Morán, destacó el aumento de alumnos en los últimos años (hay 7 en el seminario mayor, 6 en el menor y uno en el propedéutico).