La imagen de miseria y de pobreza supone la otra cara de Cáceres pero muy visible para sus ciudadanos. Cerca de 60 cacereños con una media de 38 años --el menor tiene 18-- han hecho de la calle el salón de su casa y duermen entre cartones bajo el cielo, según revela un estudio que ha elaborado Cáritas Diocesana de Coria-Cáceres con la colaboración del grupo de investigación sociológica, Edis. La mayoría de ellos son de sobra conocidos para los cacereños porque se reúne a diario en el céntrico paseo de Cánovas.

La edad media ha disminuido de manera espectacular, ya que hace poco más de cuatro décadas el perfil de los sin techo eran personas de unos 65 años. La cantidad --60 individuos-- no es alarmante, de hecho supone un 0,7% de la población cacereña, sin embargo las instituciones locales, con el Instituto Municipal de Asuntos Sociales (Imas) a la cabeza, han decidido establecer un consejo sectorial para organizar un plan de acción que acabe con esta situación.

Los sin hogar , como los llama el director del informe, Javier Alonso, son personas que han perdido su empleo, con trastornos o enfermedades mentales, con problemas personales o drogadictos. Pero la mayoría quiere dejar la calle y reinsertarse en una sociedad que el director del estudio calificó como "excluyente". "Es imposible ser bueno cuando nadie nos quiere", señaló el responsable, aludiendo a que a los cacereños "no les chirría que haya más de 8.500 viviendas vacías mientras --dijo-- que casi 60 personas no tienen un hogar para vivir".

El 34% de estas personas que habitan las calles de Cáceres son mujeres y el 87% tiene algún hijo. Según este estudio sobre los más pobres entre los pobres, entre los 60 sin techo suman 75 hijos, ya que la media se sitúa en tres por persona. "En Cáceres se están haciendo cosas muy interesantes", reconoció el cabecilla del informe haciendo referencia a la labor que realizan organizaciones como las Hermanitas de la Caridad, el Centro Vida o Cáritas. Por eso animó a las instituciones locales a ir pensando en elaborar un proyecto a corto plazo que arroje una solución integral al problema de los sin techo .

Todos estos datos han sido facilitados por los afectados, quienes han contado que están en Cáceres porque viven aquí y que quieren encontrar un trabajo, pero a veces la enfermedad les impide hacerlo. Muchos no han terminado los estudios primarios porque se vieron obligados a trabajar para mantener a la familia. La mayoría confesó haber sentido miedo la primera vez que durmió en la calle.

"La historia de las personas sin hogar es parte de la nuestra", indicó el presidente de Cáritas, José Manuel López, que pidió la colaboración de todos los ciudadanos para conseguir que estas personas puedan desarrollarse en plenitud, tener igualdad de oportunidades y lograr la libertad de acceso a los procesos sociales.