La Cruz de los Caídos de Cáceres ha ocupado la primera página de la actualidad y no precisamente en Extremadura sino, curiosamente, en Córdoba. Lo ha hecho después de que el Defensor del Pueblo Andaluz haya recomendado al ayuntamiento cordobés la retirada del monolito situado en los jardines junto a la Subdelegación del Gobierno, todo ello tras una queja del grupo Recuperando la Memoria de la Historia Social de Andalucía de CGT ante la oficina, que fue admitida a trámite el 5 de marzo de 2019.

Según ha detallado en una nota que recoge la agencia Europa Press el sindicato CGT en base a la resolución de la oficina del Defensor del Pueblo, la petición de retirada o desmontaje fue realizada, por primera vez, siendo alcaldesa Rosa Aguilar con IU por parte de entidades y asociaciones.

La solución a la primera petición fue «quitar» algunos elementos metálicos adjuntos a la Cruz, si bien con posterioridad los diferentes gobiernos de IU y PSOE «nunca se han dignado a contestar a los escritos de solicitud», mientras que «el gobierno de José Antonio Nieto (PP) respondió pidiendo los escritos anteriores dirigidos a los alcaldes de izquierda, Rosa Aguilar y Andrés Ocaña».

Al respecto, en 2015 se volvió a solicitar a la exalcaldesa Isabel Ambrosio (PSOE), considerando, además, «el hecho de que este nuevo gobierno contaba con una concejal de Memoria Histórica, María del Mar Tellez, que además era responsable de esta materia en el PSOE de Andalucía--, y podría favorecer la comunicación».

Sin embargo, desde el sindicato CGT han remarcado que «el silencio fue lo que provocó la presentación de la queja y de la ahora resolución». Y añade que «Córdoba, junto con Cáceres y Vigo, son las capitales de provincia que mantienen dicho monumento de exaltación del golpe de estado y de la posterior dictadura, a pesar de las leyes que dictan su eliminación física y que en el caso de Andalucía no solo está la ley de 2007, de José Luis Rodríguez Zapatero, sino también la de la Memoria Democrática de Andalucía de 2017», han advertido desde CGT.

Fue el 10 de mayo de 1938, el día en que Pilar Primo de Rivera, jefa nacional de la Falange Española y Tradicionalista de las JONS, inauguró el monolito que desde entonces no se ha movido de la plaza de América de Cáceres, nada menos que hace ya 81 años. La Cruz está construida con sillares de mármol y tiene una altura de 12,50 metros y una sección de 0,80 metros. Los brazos miden tres metros, y cuatro y medio el zócalo.

Durante el franquismo rodeaba a este monumento un jardín de pensamientos de forma circular y un amplio acerado con cuatro grandes farolas. En el frontispicio de la Cruz, que mira al paseo de Cánovas y sobre el basamento, con letras de bronce dorado, figuraba una inscripción, rodeada por una corona de laurel que decía: ‘18 de julio de 1936’. En el otro frente, que mira hacia la carretera de Mérida y también en el basamento, se leía la inscripción de ‘Saludo a Franco; ¡Arriba España!’. Ambas leyendas fueron eliminadas, no así el monolito cuya retirada, o no, siempre ha generado un debate social en la ciudad.