El ayuntamiento exigirá al Gobierno central fondos económicos para salvar el Baluarte de los Pozos, gravemente deteriorado por las humedades. En concreto, solicitará acogerse al 1% cultural que recoge la Ley de Patrimonio Histórico y que obliga a subvencionar contratos de obras públicas para acometer trabajos de conservación y enriquecimiento del patrimonio histórico español. La subvención superará los 100.000 euros, aunque de momento no se sabe una cifra exacta, según explicó el concejal de Turismo del ayuntamiento de Cáceres, Jorge Suárez. Esta ayuda complementaría además el plan director de recuperación de la muralla que ha puesto en marcha el gobierno local junto a otras ciudades cacereñas como Plasencia, Trujillo y Coria.

HACE TRES AÑOS Los problemas en la torre de los Pozos, enclavada en la muralla, ya se detectaron hace tres años, cuando un informe fijó al baluarte como "patología importante" en el que urgía su actuación. En 2008, Cultura concedió una subvención de 100.000 euros para su rehabilitación, pero ésta nunca se llevó a cabo. "Después de tres años el problema se ha acrecentado. Las humedades son muy graves y suponen el inicio de un riesgo estructural grave. El edificio está avisando. Necesita una actuación", explicó el edil.

Las humedades y las lluvias han provocado ahora desprendimientos de cal en las bóvedas, según se recoge en un segundo informe elaborado por los técnicos hace escasamente dos años. "Hay desprendimiento de cal en los muros del interior de las bóvedas como consecuencia de la mala conservación del pavimento de la terraza superior", dijo el concejal, Jorge Suárez, que añadió que este documento subraya la necesidad de impermeabilizar el acabado y la "obligatoriedad" de limpieza. Todos los daños de la torre serán recogidos en un nuevo estudio más completo y actualizado que los dos anteriores. "La petición se hará cuanto antes para que el Gobierno lo contemple en sus presupuestos del 2012", aclaró el titular del área de Turismo.

El Baluarte de los Pozos no es el único enclave de la muralla que pide una actuación urgente. A él se unen también el Adarve del Padre Rosalío, las torres del postigo de Santa Ana y de la Yerba, Torremochada o el Arco del Cristo, entre otros muchos, porque el último análisis de los técnicos dirigido por el arquitecto Miguel Matas, cifraba en 1.124 las situaciones de deterioro en los 1.174 metros de recinto amurallado. En definitiva, ese informe venía a decir que todos los tramos de la muralla cacereña necesitan una actuación más o menos urgente o lo que es lo mismo una rehabilitación integral que nunca ha visto la luz por problemas económicos.