La alcaldesa de Cáceres, Elena Nevado, anunció ayer que el ayuntamiento ha subsanado los problemas que se originaban en el entorno de la calle Margallo tras la colocación de una cámara de control de tráfico en General Ezponda. Lo ha hecho repartiendo tarjetas de acceso a los residentes. "Muchísimos de ellos nos han trasladado que se acabó el problema", dijo la dirigente cacereña que también comentó que por familia se pueden entregar hasta cuatro tarjetas, que los turistas pueden acceder con una llamada a la policía del establecimiento hotelero en el que se alojen, y que los que no se alojan, siempre que lo comuniquen a la jefatura, no se les multa.

Nevado señaló que cuando llegó al gobierno se quitó el pivote de Ezponda, que se sustituyó por una cámara de control de tráfico porque "hay que proteger --remarcó-- el entorno de la ciudad monumental". La alcaldesa hizo estas declaraciones respondiendo al vecino José María Morán que en el turno de intervenciones de colectivos ciudadanos, recordó que la cámara situada al inicio de la calle General Ezponda, que prohíbe la entrada a ésta, sea desplazada y colocada unos 20 metros más abajo, en su confluencia con la calle Santo Domingo y plaza de la Concepción. Morán indicó que después de reuniones de vecinos afectados se han recogido 737 firmas, que entregó ayer mismo en el ayuntamiento. "Desplace usted la cámara o mande hacerlo para que no se tenga que entrar en Margallo dando un rodeo por la calle Sande", sugirió.

Finalmente, durante el pleno de ayer se sucedieron las muestras de pésame por el fallecimiento el pasado domingo del padre de la alcaldesa, Rosendo Nevado.