DINAMIZACION. Empresarios y vecinos del casco viejo coinciden en afirmar que el traslado del ´botellón´ al recinto ferial ha promovido la instalación de otro tipo de negocios de hostelería más enfocados al público en general, y también ha alentado la recuperación urbanística de la zona, aunque otros lamentan la pérdida de ingresos que ha supuesto esta marcha en ciertos sectores.

MICCIONES. Si algo parece obvio es que la zona ha ganado en tranquilidad y limpieza. La movida obligó a iniciar fumigaciones contra los restos de orina en el 2000, aplicando productos muy costosos para no dañar la piedra en la plaza, su entorno y la parte antigua. El gasto, según Conyser, superaba los 90.000 euros al año.

BASURAS. Los operarios recogían cada noche de ´marcha´ unos 15.000 kilos. Las ´rutas´ de la movida también obligaban a reponer continuamente señales de tráfico y contenedores.