El trasvase de agua desde el Almonte al Guadiloba se paró este miércoles. Han sido más de dos años seguidos funcionando, desde el 5 de febrero de 2019, y uno de los periodos más prolongados de funcionamiento sin paradas de este trasvase, una obra que en 1992 se hizo con un trámite de urgencia y que se pensó como una solución provisional que ya va a cumplir 30 años. Su suspensión supondrá no solamente un alivio porque significa que en el Guadiloba hay agua suficiente para el suministro a la ciudad, sino que también ahorra los costes del servicio al reducirse el gasto energético de subir el agua más de 200 metros para llevarla desde el Almonte, en la cola del embalse de Alcántara, hasta el embalse del Guadiloba.

El trasvase del Almonte para al subir el Guadiloba al 77%

La decisión de paralizar el trasvase se toma tras la subida del nivel del Guadiloba. Ayer estaba al 76,98%, según los datos recogidos en el Sistema Automático de Información Hidrológica de la cuenca del Tajo. El embalse del Guadiloba ha doblado su capacidad en un mes. El 17 de enero tenía recogidos 7,12 hectómetros cúbicos, el dato de ayer era de 15,67, una cantidad con la que se puede abastecer a Cáceres, Sierra de Fuentes y Malpartida de Cáceres, las tres poblaciones que dependen del Guadiloba, durante más de un año.

El alcalde, Luis Salaya, indicó este miércoles que el contrato con Canal de Isabel II, la empresa que gestiona el abastecimiento y depuración de agua a la ciudad, permite la paralización del trasvase cuando la capacidad del Guadiloba sube por encima del 70%. Salaya estuvo ayer por la tarde en las instalaciones del trasvase, donde se han iniciado las obras de su mejora. Se ha empezado con la obra de una edificación para albergar los cuadros eléctricos. Las nuevas bombas todavía no han llegado a Cáceres y se prevé que las primeras, las que estarán sumergidas, estén a finales de marzo para empezar con su colocación.

La paralización del trasvase va a facilitar la ejecución de las obras de mejora porque hay que cambiar las bombas que impulsan el agua y que están dentro del río, en la cola de Alcántara, y arriba en la margen, en la estación de captación. No obstante, el alcalde explicó que estaba previsto acometer la mejora aunque no se hubiese tenido que suspender el trasvase. Su funcionamiento "no es un impedimento" para ejecutar las obras. Su paralización sí va a permitir que los trabajos puedan realizarse con mayor tranquilidad porque acometer los cambios de las bombas con el trasvase en funcionamiento hubiese reducido temporalmente la capacidad de trasvase. Se hubiese tenido que sustituir las bombas cambiando una y dejando las demás en funcionamiento. Esto, hace un mes con el Guadiloba por debajo del 40%, hubiese supuesto menos capacidad de trasvasar agua con el embalse con un nivel bajo para esta época del año. Las lluvias del último mes han cambiado el escenario.

Obra básica

Este trasvase es la única garantía que tiene Cáceres para abastecerse de agua en los periodos en los que el Guadiloba no tiene aportaciones de su cuenca, algo cada vez más habitual. Pero este trasvase tiene dos inconvenientes. El primero es que con las instalaciones actuales en verano se trasvasa menos agua que la que se consume. Y el segundo es que las bombas están colocadas en una cota donde el embalse puede bajar, en los dos últimos años se ha mantenido durante largos periodos en el nivel mínimo para no dejar a Cáceres sin agua.

Canal de Isabel II no incluyó la mejora del trasvase en la oferta que presentó en 2010, cuando se convocó el concurso para la gestión del abastecimiento y depuración de agua de la ciudad. No lo hizo porque entonces la solución era que este trasvase iba a quedar en unos años en desuso porque el agua se trasvasaría desde los embalses de Portaje y Gabriel y Galán.

Pero en 2016, incluso antes de que se confirmase que Portaje no se terminará, Canal de Isabel II presentó una modificación de las mejoras que se comprometió a hacer. Son obras que la empresa propone y que no se repercuten en el precio que el usuario paga con la tarifa. Con ese cambio se ofertaba una mejora del trasvase del Almonte al Guadiloba.

Lo destacado de esta mejora es que se sustituyen las nueve bombas que impulsan el agua, las cuatro sumergidas -una queda de repuesto- y las cinco -otra también queda en reserva- que están en la margen del río, en las instalaciones de la captación, desde donde con una conducción de 9,6 kilómetros se lleva el agua hasta el depósito de Perodosma y de aquí al embalse del Guadiloba.

La capacidad que tienen las bombas que están instaladas ahora es de 25.000 metros cúbicos al día. Con las nuevas bombas se puede llegar a 36.000 metros cúbicos diarios, con lo que se consigue que se pueda trasvasar más agua que la que se consume en Cáceres. Según los datos dados este miércoles por técnicos de la empresa concesionaria, el consumo diario en los meses de invierno está entre los 22.000 y los 24.000 metros cúbicos al día, mientras que en los meses de verano se llega a picos de entre los 34.000 y 35.000 metros cúbicos.

La otra ventaja de esta obra es que se termina con las continuas averías que tienen las bombas ahora instaladas. En el pliego del concurso que convocó Canal de Isabel II para la adjudicación de las obras se detalla que en los últimos años «se han repetido múltiples averías» en motores y en las bombas con el resultado de una disminución de la capacidad de bombeo. En verano, pese a que se recibe el agua del trasvase, la capacidad del Guadiloba baja. Está previsto que las obras de mejora, con la colocación y renovación de todas las bombas, estén finalizadas en el mes de junio.

Adjudicación

Los trabajos se adjudicaron, después de que el primer concurso quedase desierto, a una unión temporal de empresas formada por Martín Casillas y OPS Infraestructuras y Servicios Hidráulicos. La Ute fue al tipo de la licitación con el que salieron las obras de mejora del trasvase, 632.324 euros. Esta adjudicación también incluye otras obras, la mejora de la conducción desde la estación de tratamiento de agua potable hasta el depósito de la Montaña, trabajo que tiene un presupuesto aparte.

Entre la aprobación de esta mejora por el pleno de la corporación local y las obras iniciadas con los trabajos ayer de edificación de una nueva dependencia en la captación han pasado cuatro años. Al acuerdo del pleno siguió la convocatoria del concurso por Canal, la primera licitación que no se resolvió al retirarse empresas que se habían presentado y por fin la adjudicación del concurso.

El trasvase desde la cola de Alcántara hasta el Guadiloba seguirá siendo fundamental para el abastecimiento de agua a la ciudad hasta que esté ejecutado el nuevo trasvase, que se ha anunciado aguas abajo de la toma actual. El cambio de ubicación permitirá bajar las bombas a una cota inferior. Ahora las bombas pueden llegar hasta la cota 193, no pueden bajar más, aunque el límite a efectos del plan de sequía de la cuenca del Tajo está en la cota 194, nivel al que se ha llegado en los dos últimos otoños e inviernos. Hace solo un mes Alcántara estaba en la cota 194. Todavía no ha salido a concurso el proyecto del nuevo trasvase. El alcalde, Luis Salaya, esperó ayer que «no se demore» esta licitación. Mientras tanto una obra provisional, que se hizo en el verano 1992, seguirá siendo la principal garantía de que más de 100.000 habitantes (Cáceres, Malpartida y Sierra de Fuentes) tengan agua.