La actuación judicial contra quienes provocan incendios, bien de forma intencionada o por quemas imprudentes, se intensifica, siendo cada vez mayor el número de casos que llegan ante la justicia. Tres de estos casos llegarán en breve a juicio.

Coincidiendo con el inicio de de la campaña contra incendios 2006, el Ministerio Fiscal formula acusaciones contra tres propietarios de fincas por provocar incendios con la quema incontrolada de restos vegetales. A los tres se les acusa de un delito de incendio forestal imprudente y para todos solicita una condena de 9 meses de prisión, multas de 3.294 euros y el pago, respectivamente, de 14.678, 10.833 y 760 euros de indemnización a la Junta por costes de la extinción.

De estos tres casos de incendios que van a ser juzgados próximamente, el más reciente tuvo lugar el 19 de marzo del 2005 en una finca de Hervás. Angel G. J. comenzó a las 10.00 horas a realizar labores de limpieza y desbroce del terreno, "pero procedió a efectuar la quema sin respetar las medidas de seguridad exigidas, pues no informó a los dueños de los predios colindantes, no realizó los cortafuegos necesarios para evitar la propagación de un posible fuego, carecía del personal para ayudarle y no contaba con reservas de agua". Y además, añade el fiscal, "comenzó a quemar pese a que se levantó un fuerte viento".

Su actuación hizo que se originara un incendio que calcinó 53 hectáreas de robledal, otras 20 de castaños y cinco de pastizal.

Tampoco adoptó ninguna medida de seguridad Francisco M. M. en las labores de limpieza y desbroce que entre el 22 y el 26 de diciembre del 2004 realizó en su finca, en el término de Santa Cruz de Paniagua. "Fruto de la omisión de las elementales precauciones, y teniendo en cuenta además la avanzada edad del acusado, que tenía 86 años, éste no pudo controlar las hogueras encendidas y se originó un pequeño incendio que apagó, pero no totalmente, quedando restos humeando cuando se marchó".

Esto provocó que el 2 de enero se originará un incendio que calcinó 10 hectáreas de un pinar, y el 25, a causa de una reactivación, otras 15 hectáreas.

En el último caso, por las mismas causas, la quema sin medidas de seguridad por parte de José J. C. M. en una finca rústica de Acebo, se originó el 11 de noviembre del 2004 un incendio que calcinó media hectárea de bosque compuesto de pinos, olivos y castaños, y una y media de matorral y monte bajo.