Un suboficial de la policía local, R. A. R., y dos agentes bajo su mando, P. F. M. y A. C. G., se enfrentan a dos años de prisión cada uno por coaccionar presuntamente al dueño de un taller con el que el suboficial mantenía una disputa personal por la venta de una furgoneta. A raíz de dichas diferencias, los tres acusados idearon un plan para retirarle de la vía pública con la grúa municipal dos de sus vehículos, según el escrito de acusación de la Fiscalía.

En la petición de condena, se considera como agravante la condición de funcionarios públicos de los inculpados. La fiscalía pide además que el dueño del taller sea indemnizado subsidiariamente por los agentes en 3.000 euros por los daños morales. Este diario trató ayer de contactar sin éxito con el abogado que ejerce la defensa.

Los hechos por los que han sido imputados los tres municipales ocurrieron en marzo y octubre del 2007. El dueño del taller, J. R. M., ubicado en la Ronda de San Francisco adquirió una furgoneta Mercedes Vito por la que también se había interesado el suboficial, que quería destinarla a vehículo de mantenimiento de la asociación de coches clásicos a la que pertenecía, según el relato de los hechos que hace la Fiscalía en su escrito de acusación.

DE "COMUN ACUERDO" Al conocer la compra del vehículo, el suboficial se personó en el taller, vestido con su uniforme policial, e intentó negociar su adquisición. Como no llegó a un acuerdo, el imputado salió del local afirmando que si no se aceptaban sus condiciones "se atuvieran a las consencuencias".

Pasados unos días, el suboficial y dos agentes a su mando, los otros dos acusados en el proceso, "puestos de previo y común acuerdo" decidieron "ejercer presión" sobre el propietario del taller privándole de alguno de los automóviles que poseía en su establecimiento. Para ello, explica el fiscal, "urdieron un plan" en el que coincidiesen los tres de servicio.

Eso fue posible en la noche del 10 al 11 de octubre. El suboficial, siempre según la Fiscalía, transmitió por radio una orden a la patrulla compuesta por los otros dos agentes para que se trasladasen al taller y retirasen algunos de sus vehículos "pretendiendo ampararse en que se trataba de una actuación oficial".

Cuando llegaron al lugar, y a pesar de que los agentes conocían que los vehículos aparcados estaban puestos a la venta y no circulaban por la calle, incluso que la Mercedes Vito estaba averiada, llamaron a la grúa para retirar la Vito porque no tenía seguro y otra furgoneta por no tener la ITV pasada, trasladándolas al depósito municipal sin extender denuncia.

Cuando el propietario fue a pedir la devolución de los vehículos al depósito, el suboficial lo impidió ordenando que siguieran retenidos por aparcamiento inadecuado. Finalmente les fueron devueltos por orden judicial tras la denuncia que el afectado interpuso en el juzgado. La fecha del juicio está sin fijar.