Trujillo experimentará una auténtica explosión de riqueza, con la llegada del oro americano a lo largo del siglo XVI. De aquí salieron para la aventura americana hombres que capitanearon las más importantes expediciones en el Nuevo Mundo, como Francisco Pizarro, descubridor del Perú, que trajeron consigo impresionantes fortunas con las que construyeron los palacios, las iglesias y conventos que hoy conocemos.Plasencia fue fundada por Alfonso VIII para “goce de Dios y de los Hombres”. De origen romano, disputada por almohades y cristianos, conserva su aire de ciudad fortificada, con poderosas murallas árabes, calles estrechas, adarves, pasadizos, etc. Tuvo el Obispado más rico de Extremadura, de ahí la construcción de su magnífica Catedral Nueva, donde trabajaron los mejores artistas de la época.

Si anteriormente hemos hecho mención al Monasterio de Yuste, para concluir nuestro repaso histórico por la Provincia de Cáceres no debemos olvidar la joya de Extremadura: el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe, Patrimonio de la Humanidad desde 1993, ubicado en la Puebla de Guadalupe. Se trata del centro devocional mariano más importante de Extremadura, lugar de peregrinaje de extremeños y también del resto de España e Hispanoamérica. Es un guardajoyas que encierra en sí mismo varios museos: el de libros miniados, el de escultura, el de pintura, etc. El interior de la iglesia muestra el majestuoso retablo, presidido por la Virgen de Guadalupe.

Los vínculos entre España y América se producen en tiempos de los Reyes Católicos. Los primeros indios que entran en España, procedentes de la conquista americana, fueron bautizados en la fuente de la plaza de la Puebla de Guadalupe, ante los ojos del Monasterio. Colón lo visitó en cuatro ocasiones.

La recién creada Fundación Academia Europea e Iberoamericana de Yuste es una entidad de carácter cultural, científico, investigador y divulgador y está consiguiendo que Extremadura destaque por ser la pionera de la idea de la Comunidad Iberoamericana, concretando vínculos académicos y culturales con artistas, intelectuales y protagonistas de la actualidad en América Latina y promoviendo con la Universidad de Extremadura cursos de verano para universitarios españoles, europeos y americanos.

La estancia en la provincia de Cáceres de diferentes pueblos (cristianos, árabes y judíos) en siglos pasados y el consiguiente intercambio cultural, convierte a la Provincia en un foco cultural de fuerte personalidad, que ha irradiado a otras zonas próximas. Por este motivo se repiten tradiciones y ritos populares similares en diferentes localidades de nuestra geografía.

El folclore cacereño es uno de los más ricos y variados de España, condicionado por la geografía física de la provincia, por la influencia de las tres culturas anteriormente mencionadas, por las regiones vecinas y la de los pueblos colonizados.

Se observan reminiscencias muy antiguas, como las cristianas y judías, pero las más importantes (que impregnan cantos y danzas cacereñas) son las árabes, de las cuales tenemos un ejemplo en “El Palillo”, música típica de Jerte, que se acompaña con el tamboril y la dulzaina. Hay también una cierta influencia indígena, traída de América por nuestros conquistadores, que se manifiesta en la “gorra” de Montehermoso, claro recuerdo de los dibujos de vivos colores y jeroglíficos propios de las culturas Inca y Maya.

La música popular es uno de los campos más desarrollados del folclore extremeño. Los cancioneros recopilados contienen gran cantidad de composiciones, unas típicamente extremeñas y otras compartidas con regiones cercanas… (Continuará)