El territorio cacereño, gracias a su posición estratégica, ha sido, desde la Antigüedad, lugar de paso de rutas del comercio, debemos destacar la Vía de la Plata, declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de Sitio Histórico. La proximidad con Portugal ha facilitado y facilita el intercambio cultural entre diferentes civilizaciones y la mezcla de costumbres y tradiciones entre los pueblos de uno y otro lado de la frontera. Esto, unido a los diversos acontecimientos históricos que propiciaron la llegada y asentamiento de diferentes culturas, desde tiempos del Paleolítico hasta la actualidad, ha permitido que la Alta Extremadura muestre al mundo, orgullosa, un rico y variado patrimonio histórico, teniendo actualmente declarados 21 Conjuntos Histórico-Artísticos y más de 131 Bienes de Interés Cultural.

La Provincia de Cáceres nos ha legado de época prehistórica abrigos tan importantes como la Cueva de Maltravieso (Cáceres), que es una de las grutas más importantes de España. Los restos óseos y líticos hallados, fragmentos de cerámica y, lo más destacable, las numerosas manos en negativo sobre las paredes de la cueva, se han convertido en objeto de estudio de los mejores equipos de investigadores del país; ha sido declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de Zona Arqueológica. Otras cuevas en Cáceres son las del Conejar y Santa Ana y las que han aparecido en la construcción de la Ronda Sureste que se están estudiando.

Indudablemente, son muy abundantes los abrigos y vestigios prehistóricos repartidos por la provincia cacereña, como la Cueva de Castañar de Ibor, declarada Monumento Natural en 1.997, que en su interior conserva numerosas formaciones de estalagmitas, estalactitas y excéntricas. El yacimiento de Villasviejas del Tamuja (Botija), castro habitado por gentes de la II Edad del Hierro, hace más de dos mil años. Pero debemos resaltar el conjunto de Dólmenes de Valencia de Alcántara, la Zona Arqueológica más importante del megalitismo español, siendo la Ruta de los Dólmenes uno de los mayores atractivos turísticos de la provincia de la época neolítica y calcolítica.

La etapa romana dejó importantes vestigios en la provincia, los más destacados: el Campamento de Cáceres el Viejo y Norba Caesarina (Cáceres). De esta época nos queda la base de la muralla, calzada romana y edificaciones en el patio del Palacio de Mayoralgo, el Arco del Cristo, inscripciones y algunos restos escultóricos; la impresionante ciudad romana de Cáparra (Oliva de Plasencia) y su bello Arco cuadrifronte, de época flavio-trajanea (finales del siglo I d.C.), alzado en medio de la ciudad, al modo de los tetrapyla helenísticos, y el espectacular Puente de Alcántara, ambos catalogados también como Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento; al igual que las destacables ruinas romanas de Talavera la Vieja en Bohonal de Ibor. Destacar asimismo la “Vía de la Plata” que, en sus inicios romanos, fue Camino o Calzada del Estaño por ser éste el material fundamental de comercio entre el norte y el sur de la Península.

La desaparición de la cultura romana dio paso a la llegada de los alanos, pueblo bárbaro que permanecieron trescientos años hasta la llegada de los visigodos. Su corta estancia en nuestra Provincia no ha impedido heredar un valioso patrimonio histórico, tal es el caso de la espectacular Basílica de Santa Lucía del Trampal (Alcuéscar), Bien de Interés Cultural, del siglo VII, uno de los máximos exponentes de la arquitectura hispanovisigoda de la Península Ibérica. (Continuará).