Los hosteleros lo perciben desde hace años, pero la crisis ha agudizado el problema. Los turistas apenas salen de copas por los bares de Cáceres y cada vez se prodigan menos, un fuerte descenso más evidente si cabe en una ciudad que llegó a ser referente de la movida nocturna. Los empresarios tienen claros los dos motivos fundamentales: la comunidad extremeña se sitúa entre las más restrictivas del país en cuestión de horarios nocturnos, y a ello se une el menor presupuesto de los visitantes por la crisis, que también se nota en comercios y restaurantes.

Si de momento la situación económica no puede cambiarse, los hosteleros solicitan que se actúe al menos sobre el horario. En otras ciudades se cierra más tarde por ley, o bien la ley es flexible en su aplicación. Así lo explican los hosteleros, que recuerdan a la Junta de Extremadura, competente en la materia, que ni siquiera se haría necesario transformar la normativa, sino aplicar el horario de verano durante todo el año (entre 30 y 60 minutos más). El sector atraviesa momentos difíciles, con cierres y ajustes de plantillas, porque además del descenso del turismo en los bares, ya se sabe que los propios ciudadanos llevan años recortando las salidas.

"Cuando la gente se va de cena ya no le da tiempo a tomarse una copa. Para estar solo una hora no les merece la pena desplazarse a las zonas de bares, y eso está ocurriendo también con el turismo. Hay que ampliar alternativas, sobre todo en estos momentos difíciles para todos. No podemos ofrecer patrimonio y punto, porque el visitante lo ve, se come un bocadillo y se marcha", explica Edinho Queiroz, hostelero de Pizarro. Tampoco se trata de cerrar al amanecer, "las 4.00 sería buena hora. Y si nos acusan de querer beneficios, pues claro que sí, pero no yo, sino toda la ciudad, porque esto es una cadena", subraya.

"CIUDAD BARATA Desde La Madrila apoyan los mismos argumentos. "Para pasar una hora de fiesta la gente no sale del hotel, o no se queda en la ciudad. Lo venimos notando sobre todo en los últimos cinco años, y eso que Cáceres es una de las ciudades más baratas para tomar una copa, a 5 euros", detalla David Vivas, empresario con largos años de experiencia en el sector. Incluso los estudiantes se marchan los jueves hasta el domingo, "y los jóvenes de aquí aprovechan los fines de semana y los puentes para desplazarse, si pueden, a sitios más animados. Solo hay que ver la cantidad de aparcamiento libre que hay ahora", lamenta.

Además, los hosteleros no comprenden por qué el horario de los bares aumenta una hora entre el 1 de junio y el 31 de septiembre, "cuando en Cáceres el ambiente nocturno se vive sobre todo en invierno, no en verano", indican, reiterando la conveniencia de unificarlo todo el año. "Ahora mismo o sales a cenar o sales de copas, pero las dos opciones juntas son inviables en Cáceres", afirman.

Agustín Nieto, otro empresario que lleva décadas en el sector, insiste en que los horarios son insuficientes incluso en verano, "porque en esta tierra de altas temperaturas no se sale hasta la noche, de modo que la jornada de los locales se queda muy corta". Pero sobre todo no entiende que la hostelería esté cada vez más restringida mientras se tiende a la plena libertad horaria en el comercio. "Acabaremos montando una multitienda abierta las 24 horas, en un espacio amplio, con mesas. No es broma, nos saldría más rentable y además podríamos trabajar sin tantas limitaciones, que es de lo que se trata", afirma.

SIN CAMBIOS DESDE 1996 Lo cierto es que los horarios de la hostelería están vigentes en la comunidad extremeña desde hace diecisiete años "y la situación ha cambiado, hay que adaptarse", reclaman los empresarios, que piden al ayuntamiento que interceda en este sentido "como principal administración en una ciudad con un importante componente turístico". La propia Asociación Cacereña de Hostelería y Turismo viene solicitándolo hace tiempo. El ayuntamiento, por su parte, ha encargado un estudio interno para estudiar los horarios que rigen el sector, aunque no existe ningún compromiso al respecto.