Es una pelota de set para los que se oponen a la mina en el largo partido del proyecto de Valdeflores. En el capítulo de ayer entró un nuevo protagonista en acción y no es uno secundario. Se trata del Centro del Patrimonio Mundial de la Unesco, un personaje que introdujo en este culebrón el portavoz del gobierno local, Andrés Licerán, que aseguró que ha llegado al ayuntamiento un escrito del Ministerio de Cultura interesándose por el proyecto de la mina a instancias del Centro del Patrimonio Mundial de la Unesco. Eran pocos protagonistas y se amplía el elenco, aunque el que más tiene que decir, la Consejería de Transición Ecológica y Sostenibilidad, aún no ha pisado el plató. Es la que debe decidir si se tiene que dar el permiso de investigación a la empresa minera, una decisión que está retrasando temporada tras temporada en esta interminable serie.

Licerán informó en la rueda de prensa que se celebra todos los viernes a continuación de la junta local de gobierno de que había llegado al ayuntamiento un escrito del Ministerio de Cultura. En el mismo, según la narración del portavoz, el ministerio de Rodríguez Uribes se interesa «por la afección del proyecto de extracción de la mina de litio en Cáceres y más concretamente sobre su impacto en el bien patrimonio mundial ciudad vieja de Cáceres».

Según los hechos contados ayer por el segundo del alcalde Luis Salaya, ha sido el Centro del Patrimonio Mundial de la Unesco el que ha solicitado esta información al Ministerio de Cultura, «se ha puesto en contacto con el Estado español para que le concrete si ese proyecto minero pudiera tener consecuencias sobre la conservación del patrimonio de la ciudad de Cáceres», aclaró.

Para Licerán está claro: el gobierno socialista de la ciudad se opondrá a la mina. Ya lo hacía en la oposición y ahora lo hace en el gobierno. No son los únicos, otros grupos como el PP, antes en el gobierno, y Unidas Podemos se han posicionado en contra, los tres ya suman suficientes votos para tumbar cualquier modificación del Plan General Municipal (PGM) de urbanismo que haga posible la mina, ese es uno de los pasos administrativos necesarios a los que alude la empresa en sus cronogramas cuando informa de que está en tramitación.

INFORMES / Licerán detalló ayer que se remitirán al ministerio «todos los informes jurídicos sobre el proyecto», además de las alegaciones que se han presentado por parte del ayuntamiento cuando el documento ha estado en exposición pública -siempre por la petición de permiso de investigación porque la de explotación aún no ha llegado a ese plazo administrativo-. También se remitirá a Cultura el acuerdo que el pleno de la corporación local adoptó en abril de 2018 contra la propuesta presentada por la empresa para que se modificase el Plan General Municipal de urbanismo y pudiese autorizarse la excavación de una mina en Valdeflores.

Los informes jurídicos y urbanísticos que se redactaron entonces por los técnicos del ayuntamiento argumentaban el rechazo a la modificación de la norma porque la mina va en contra del modelo del plan de urbanismo que protege la Montaña, elimina los límites de distancia de una mina con el núcleo urbano y la innovación del plan que se proponía no se ajustaba a los requisitos de la Ley del Suelo.

La irrupción de Cultura y del Centro del Patrimonio de la Unesco da argumentos a los que se oponen al proyecto de la mina porque entra en juego la preservación del patrimonio histórico y monumental de la ciudad «y no vamos a consentir que afecte a la declaración de Cáceres como Patrimonio de la Humanidad», resumió ayer Licerán.