Ver a Rafa Sánchez, vocalista de La Unión, en el escenario te reconcilia con la música. Han pasado 24 años desde que el grupo madrileño hizo famoso a su Lobo hombre en París y la canción sigue enganchando al público como la primera vez. Con ella terminaron el concierto que el jueves llenó la caseta municipal en un magnífico ejemplo de cómo se puede aprovechar por fin un escenario en ferias para directos.

La búsqueda de un nuevo estilo, más cercano a la música disco que al pop, les ha salido bien. Rafa Sánchez está en forma: hizo bailar y cantar a los espectadores, a los que invitó a vivir a tope la noche. Con Syldavia llegó la magia, después de que Ella es un volcán hubiera transformado ya la caseta en una discoteca con fenomenal ambiente. La estupenda percusionista escocesa Emma Louise Brodie hizo el resto.

Aunque el paso de los años les haya obligado a reinventarse, La Unión sigue conservando ese espíritu de grupo icono de los 80. La respuesta de los espectadores no pudo ser mejor. Y es que pisar los escenarios de una feria demuestra que cualquier lugar es bueno si se mantiene la calidad. La Unión lo logró en una noche para guardar.