Los índices de paro del sector de la construcción se han triplicado en solo tres años. Según datos oficiales, y si tomamos como ejemplo el municipio cacereño, de los 423 desempleados que se registraban en agosto de 2007 se ha pasado a 1.223 en septiembre pasado, llegando a sus máximas cotas en el primer trimestre del presente año (1.479). En este contexto prepara su apertura el Centro de la Fundación Laboral de la Construcción, una especie de universidad del sector de ámbito regional y única en Extremadura, donde mejorarán su formación desde los arquitectos hasta los albañiles de menor categoría laboral. Las organizaciones consultadas --empresas y sindicatos-- afirman que el centro llega en un momento vital para el sector, cuando la formación se hace todavía más necesaria como vía esencial para salvar la crisis.

Por sus cursos pasarán cada año medio millar de trabajadores: topógrafos, aparejadores, agentes inmobiliarios, oficiales, pintores... De ahí la amplitud del edificio, de 2.600 metros cuadrados sobre una parcela de 5.000 situada en Mejostilla (junto a la carretera de Monroy), en la que también se ubican instalaciones para clases prácticas (grúas, excavadoras, casetas o zona de obras). El proyecto, dotado con 2,4 millones de euros, ha tardado diez años en materializarse. La Fundación Laboral de la Construcción de Extremadura, entidad responsable de su creación y gestión, está introduciendo tanto el mobiliario como los equipos, algunos procedentes del extranjero, y prevé tener en enero las licencias para comenzar a funcionar. De hecho, en las zonas exteriores ya se imparten cursos.

El centro responde a un diseño muy peculiar, obra de los arquitectos Nuria Muruais y Manuel Rodríguez Santamarta. Se trata de un edificio de materiales reciclables y características bioclimáticas, de modo que podrá adaptarse ligeramente a la temperatura exterior para ahorrar energía. Tendrá aulas de formación teórica, salas de informática, laboratorios de instalaciones fotovoltaica y domótica, un avanzado simulador de riesgos laborales, otro espacio para aprender a desenvolverse en lugares confinados, además de las zonas exteriores para prácticas.

Si algo ha dejado claro la crisis, es que los operarios de la construcción necesitan hacer un doble esfuerzo: formarse más y especializarse en ciertos cometidos. "Los jóvenes que han abandonado los estudios por la fuerte demanda del sector, y que solo saben lucir ladrillo y poco más, deben tomar este camino porque de lo contrario lo pasarán mal toda la vida", explica Pedro Pérez, gerente de la Fundación Laboral de la Construcción, integrada por las patronales extremeñas (Fecons y Apdecoba) y los sindicatos (CCOO y UGT).

De hecho, asegura que la categoría de peón ya no tiene cabida en el Sexpe, "ahora se exige cualificación". Es más, el 80% de las personas contratadas como oficiales de primera "no saben hacer lo que dice el certificado profesional de esa categoría", indica.

Mientras tanto, los tiempos cambian. Europa pedirá que todos estos trabajadores acrediten sus competencias cuando liberalice el mercado laboral. Además, en 2012 será obligatoria la Tarjeta Profesional de Construcción, una especie de currículum electrónico donde figurará la experiencia y formación de cualquier trabajador del sector. Para tenerla se exige, sin ir más lejos, una mínima formación en seguridad.

Carlos Izquierdo, presidente de la Federación de Empresarios de la Construcción de Cáceres (Fecons), también considera clave la cualificación. "Los datos oficiales revelan que entre 2007 y 2010 se han quedado en el paro un 30% de los empleados del sector, exactamente el mismo porcentaje de empresas que se han cerrado", afirma. "Esto quiere decir --prosigue-- que existe una relación muy directa, que la formación es totalmente necesaria para hacer trabajadores más competitivos, capaces de entrar en procesos y recursos más modernos, y que las empresas dejen de morir". Según Carlos Izquierdo, la universidad de la construcción "es un lujo para el sector en los tiempos que corren, un centro francamente digno al que hay que sacar el máximo partido".

LOS SINDICATOS Jacinto Mellado, de la Federación de Construcción, Maderas y Afines de CCOO, subraya que "el sector ya no es lo que era, hay que especializarse, y más con una crisis de esta magnitud". Mellado considera que una situación como la actual ha introducido una selección natural en el gremio, "de modo que solo resisten tanto las empresas como los trabajadores con más cualificación". Además, lamenta que no podrán volver a la construcción todos los que han vivido de ella en los últimos años, "solamente los más preparados, los versátiles, quienes se formen para realizar varias tareas y a la vez manejar maquinaria".

Por su parte, Miguel Angel Rubio, secretario general de la Federación del Metal, Construcción y Afines de UGT Extremadura, recuerda que existen en la región 60.000 viviendas en mal estado que necesitan reformas, según un estudio del sindicato. "Por tanto, en adelante, la rehabilitación y no la obra nueva será el principal yacimiento de empleo en la construcción, pero exige una mayor preparación, profesionalidad y sensibilidad", indica. Rubio recuerda que también prometen más empleos los subsectores de mantenimiento de infraestructuras viarias y renovables, "por ello la formación se hace realmente esencial".