Rastrillos, anticuarios, vintage, tiendas de segunda mano... Estos negocios forman parte de la tradición de muchas ciudades europeas, y se consideran lugares agradables donde encontrar artículos a buen precio, con el beneficio añadido que el reciclaje supone para el medioambiente. En resumen: bueno, bonito, barato y ecológico. Durante los últimos años, y en gran parte impulsados por la crisis, los comercios de segunda mano han comenzado a brotar en Cáceres con una oferta de artículos realmente amplia.

El problema es que la mentalidad española, y también la cacereña, aún asimila la segunda mano como un producto de poca calidad, y muchos ciudadanos se muestran reticentes a que les vean adquiriendo un artículo usado. Pero estas tiendas son distintas, hasta el punto que alguna ya ofrece incluso garantías. Funcionan de forma muy similar en todos los casos: unas personas acuden a vender sus objetos, la tienda los valora y los pone en la exposición. Si alguien los compra, el beneficio se reparte. Si no, o se baja el precio un poco, o se retira de la tienda pasados unos meses.

En los negocios de segunda mano es fácil encontrar electrodomésticos, complementos informáticos, todo tipo de material deportivo, una amplia gama de aparatos tecnológicos para el hogar, también juguetes, ropa e incluso herramientas y materiales profesionales para quien desea abrir un negocio. Todo a la mitad, o menos, de su coste original, y en muchos casos ni siquiera parecen objetos usados. Estos locales cada vez tienen más público, porque aquí sí se cumple el dicho: el que prueba, repite.