Eduardo Mostazo, uno de los portavoces de la Plataforma Salvamos la Montaña, anunció ayer que hay otro recurso administrativo interpuesto. En esta ocasión es contra la primera autorización que concedió la Junta para explorar los recursos mineros de Valdeflores. El origen del proyecto de la mina está en la resolución de noviembre de 2015 de la dirección general de Minas que convocó un concurso de registros caducados, entre éstos el de Cerro Milano, donde está Valdeflores. Valoriza Minera (Sacyr) optó a este procedimiento y en febrero de 2016 pidió el primer permiso de investigación de la mina sobre el citado concurso.

Este origen de todo el proceso estaría recurrido, según precisó Mostazo, que apuntó que se está a la espera de la resolución de la Comisión Jurídica de Extremadura. Si todo se anulase, ya no solo habría que volver al momento anterior a la petición del permiso de investigación, sino al del concurso del registro minero.

Mostazo, junto a los también portavoces Santiago Márquez y Beatriz Martín, comparecieron ayer en rueda de prensa para contrarrestar los mensajes a favor del proyecto que en las últimas semanas ha venido difundiendo la empresa de comunicación contratata por Infinity Lithium. Los portavoces reiteraron los mensajes sobre los efectos negativos que tendría la mina en la ciudad, empezando por su cercanía con el casco urbano, ayer presentaron un montaje que han hecho situando la mina en planos de los cascos de Badajoz y Mérida a la misma distancia que la que se proyecta del de Cáceres.

La plataforma llevará el día 16 su protesta por el proyecto de la mina a la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo. Se asiste a esta reunión para «explicar la amenaza que supone este proyecto» para Cáceres, según detalló Mostazo. Tres días después la plataforma mantendrá un encuentro con el Círculo Empresarial Cacereño, con el que la empresa promotora de la mina, Infinity Lithium, ya mantuvo una reunión la pasada semana. El alcalde, Luis Salaya, animó ayer a la plataforma a que continúe con su campaña de información y expresó su preocupación por «la ofensiva mediática» de la empresa.