La variante de Malpartida se acometerá en dos fases, según la memoria del proyecto, que está en exposición. En la primera se duplicará la calzada de la N-521 en un tramo de 3 kilómetros, con lo que se transformará en autovía el trayecto entre la glorieta de conexión con la A-66 y la gasolinera de Repsol. A partir de este punto se hará un nuevo tramo de 6,5 kilómetros que bordeará Malpartida por el norte y que tendrá características de una carretera convencional (un carril por cada sentido), pero con un diseño compatible con una posible duplicación futura para que se convierta en autovía, algo que se haría en la segunda fase en base a la intensidad de tráfico.

La construcción de la variante de Malpartida, con su futura transformación en un tramo de la A-58, se planteó hace 15 años. Ya cuenta con proyecto que ahora está en exposición pública, pero para el inicio de la obra no hay una fecha. En las cuentas del Estado de 2016 se realiza una proyección hasta el 2020, aunque habrá que esperar a si esta planificación se respeta en futuros presupuestos generales.

A favor de que la obra no se demore está la intensidad de 10.141 vehículos al día que se prevé que el tramo de la N-521 entre la glorieta de la A-66 y Malpartida tenga en 2019. En la memoria se calcula que con la variante una parte (5.632 vehículos) se desviaría por la carretera convencional que bordeará Malpartida y el resto (4.508) seguiría hasta la población por la N-521.

Cuando la intensidad diaria de tráfico es menor a los 7.000 vehículos al día (como se prevé en el nuevo tramo que bordeará Malpartida), la ejecución de nuevas autovías se realiza por fases. Por esta razón, el tramo de tres kilómetros de la N-521 se desdobla y se transforma en autovía (se calcula que la intensidad media diaria sea de 10.141 vehículos en 2019) y la nueva variante que bordeará la localidad (se calculan 5.632) queda como una carretera convencional, como una primera calzada de autovía que se desdoblará cuando se incremente la intensidad del tráfico.

El presupuesto de la primera fase es de 38 millones de euros (IVA incluido). Con la segunda sube hasta 52. Se proyectan dos nuevos enlaces, uno a la altura de la gasolinera de Repsol, donde se inicia el tramo que bordeará Malpartida, y otro en la conexión de dicho tramo con la N-521 (en dirección a Aliseda) y la Ex-207 (en dirección a Arroyo). Sobre la posibilidad de otro enlace intermedio de conexión con Malpartida, como ha planteado el ayuntamiento de la localidad, en la memoria se propone que se considere la posibilidad de su ejecución, aunque sería una actuación que se acometería en la segunda fase. La longitud total del trazado sobre el que se actuará con esta obra, desde la glorieta de la A-66 hasta el nuevo enlace hacia Arroyo y Aliseda, es de 10,7 kilómetros.