Los vendedores ambulantes del mercado franco de Cáceres deciden abandonar la protesta e instalarse en Vegas del Mocho a partir de la próxima semana.

Esta decisión se ha adoptado tras una asamblea y de que hoy 556 con licencia no se montaran como medida de protesta por el traslado del mercadillo desde la ronda de la Pizarra a Vegas del Mocho, donde permanecieron con sus furgonetas cerradas.

No obstante, hoy muchos de los comerciantes han abierto hoy sus tenderetes, la mayoría de ellos vendedores con mercancía perecedera, como frutas, verduras y embutidos. A ellos se han sumado otros puestos de ropa, zapatos y complementos.

Desde primera hora de la mañana un dispositivo policial compuesto por 25 agentes de la Policía Local y 20 del Cuerpo Nacional de Policía han velado por la seguridad en el mercadillo.

La Policía Nacional ha interpuesto cuatro denuncias a vendedores que habían coaccionado a otros compañeros que han abierto sus tenderetes, unos hechos por los que los recibirán una sanción de hasta 3.000 euros por infringir la Ley de Seguridad Ciudadana, según ha informado la Policía Local.

Fuentes municipales aseguran también que han quedado sin montar un centenar de los 525 puestos con licencia para vender.

El concejal de Fomento, y delegado de Mercadillo, Jorge Carrasco, da por zanjado el problema e informa que ayer se reunió de nuevo con los representantes de los comerciantes, un encuentro en el que éstos aceptaron la reubicación de algunas de las calles.

Carrasco detalla que el transcurso de la reunión fue "mucho más tranquila y constructiva" y que en ella también se acordó que varios técnicos del Ayuntamiento de Cáceres se entrevisten con los dueños de los puestos.

Los técnicos han analizado los posibles obstáculos que pudieran existir en cada puesto con el objeto de solucionarlos, referentes al espacio que necesitan los vendedores, así como a la presencia de obstáculos como farolas y árboles.

Por su parte, los comerciantes han mostrado su repulsa a las amenazas sufridas la semana pasada por la alcaldesa, Elena Nevado, tras hacerse efectivo el traslado desde la ronda de la Pizarra a Vegas del Mocho.

José Manuel Morán, uno de los portavoces, señala que las amenazas "no responden" a la actitud de los autónomos y comerciantes de los mercadillos.

En este sentido, apunta que los vendedores ambulantes llevan décadas negociando con los ayuntamientos el cambio de ubicación de los mercados, y "nunca se ha amenazado".

"Se puede hablar y dialogar con más o menos furor, pero lo que es amenazar a las personas y las familias no se ha hecho nunca. Por lo tanto, descartamos que venga desde el mercadillo", asevera Morán.