Escribo estas líneas para denunciar públicamente el trato recibido en la comisaría de policía de Cáceres y la falta de profesionalidad de una de sus empleadas. Hace ya 12 años de la separación de mis padres en un típico caso de violencia doméstica, digo típico por lo desgraciadamente común de la situación: denuncias, situaciones violentas, llamadas a la Guardia Civil, juicio con custodia, amenazas continuas, robo y destrucción de bienes...

Tras 12 años aguantando amenazas directas e indirectas a través de entornos comunes, nos encontramos con que mi padre ha decidido una vez más poner un empeño especial en hacernos la vida imposible a mi madre y a mí. Por un lado ocupa ilegalmente un inmueble de nuestra propiedad (llevamos meses a la espera del juicio) y por otro amenazándonos e intimidando a nuestros seres mas cercanos. Este domingo --el 8 de octubre--, como en anteriores ocasiones, esta persona se presentó en mi casa aporreando la puerta y profiriendo amenazas de muerte contra mi pareja y contra mí. Dos días antes había importunado a mi pareja en el paseo de Cánovas.

Ante esta situación decido dirigirme a la Comisaría de Policía, sita en la calle Virgen de la Montaña, para presentar la respectiva denuncia.

Al llegar a la comisaría compruebo que dicho sujeto es sobradamente conocido por los policías de la entrada, frases como "es un buen elemento" pueden dar una idea de la situación.

Dichos policías me acompañan a la zona de la comisaría especializada en este tipo de casos, donde me atiende una señorita a la que le cuento la situación. Para mi asombro esta señorita me contesta en tono jocoso que eso no se denuncia porque mientras no me haga algo la denuncia no sirve para nada. Mi insistencia parece ser que le resultó graciosa a esta señorita a tenor del tono empleado y de los comentarios despectivos vertidos al respecto. Finalmente, y ante la recomendación de una de sus compañeras, accedió a poner la denuncia argumentando que la iba a poner para que no dijera que ella no la había querido tramitar.

Además de la falta de respecto y sensibilidad de esta persona me sorprendió la cantidad de trabas e imprecisiones, tales como exigir agriamente el DNI y dirección del denunciado, afirmar que este no tenía antecedentes cuando la persona de la que hablamos tiene un expediente delictivo sobradamente extenso, etc. Considero que bajo ningún concepto es aceptable que un funcionario público se mofe de ti cuando te ves en la obligación de contarle una situación de este tipo.

Espero que esta denuncia pública sirva para que la próxima vez que alguien se vea en la desgraciada situación de tener que denunciar un caso de este tipo nadie le haga vivir una situación tan bochornosa como la que me tocó sufrir.

Por último, dado que según esta señorita lo que procede es poner la denuncia después, me gustaría preguntarle si tendrá a bien visitar el cementerio el día en que mi madre, mi pareja o yo seamos enterrados ya que, desgraciadamente, no nos encontraremos en disposición de visitarla de nuevo.