Parece una manifestación de palestinos en la franja de Cisjordania contra los asentamientos de colonos israelíes, pero no es así. Son 4.000 personas en contra de la central nuclear de Valdecaballeros, en Badajoz, en 1990. Esta es una de las fotografías que conforman la exposición ‘95 imágenes. Retrato de Extremadura 1923-2018’, que repasa los 95 años de este diario, el Periódico Extremadura, decano de la prensa regional, y que puede visitarse en la sala Pintores 10 de la capital cacereña hasta el próximo 15 de junio.

A través de estas imágenes se puede ver cómo hemos cambiado a lo largo de estos años y comprobar, a su vez, cómo hay otros aspectos que no han cambiado tanto. Plasencia, 1984, 5.000 personas protestan por la supresión de la línea de ferrocarril Palazuelo-Astorga; Madrid, 2017, miles de extremeños piden un tren digno en la plaza de España.

A la inauguración de esta exposición, que es un reflejo de la historia de este país y de esta comunidad, acudieron ayer la consejera de Cultura, Leire Iglesias, la alcaldesa de Cáceres, Elena Nevado, así como el vicepresidente de la Asamblea regional, José Andrés Mendo, y el diputado de Personal de la Diputación de Cáceres, Miguel Salazar.

El director de el Periódico Extremadura, Antonio Cid de Rivera, explicó que esta exposición es «un homenaje a los fotoperiodistas, aquellos fotógrafos dedicados a la prensa, al periodismo, que saben lo que es una buena foto».

Porque, ¿qué sería un periódico sin las fotografías? Las imágenes que ilustran las páginas de la prensa, digital o en papel, han sido siempre y serán, como resumió Cid de Rivera, aquellas que son capaces «de retratar una escena y darle sentido al retrato de una realidad en un momento concreto». Así lo dejaron patente Javier García Téllez en los años treinta, Juan Guerrero, Jero Morales, Santi García, Javier Caldera, Antonio Martín o Francis Villegas, entre otros, en nuestros días.

El redactor de este diario, Juan José Ventura, ha tenido la difícil labor de elegir entre los cientos de miles de fotografías que conforman el archivo del periódico, sólo la Biblioteca de Extremadura en Badajoz alberga alrededor de cien mil, las 95 que resumen la historia de esta comunidad y forman la exposición. Además, Ventura ha redactado los textos explicativos de cada fotografía y ha coordinado los trabajos. La empresa cacereña Enmarcarte ha sido la encargada de la enmarcación creativa.

La consejera de Cultura confesó su sorpresa cuando ‘navegó’ por el archivo de imágenes de este diario que conserva la Biblioteca regional y reconoció «el trabajo de las personas que aprientan el botón» de sus cámaras y muestran la realidad que nos rodea.

La alcaldesa de Cáceres ponía el acento en las instantáneas antiguas de la capital cacereña, «buscamos a nuestros abuelos» en ellas, «que seguramente serían adolescentes entonces». Elena Nevado agradeció a este periódico esta muestra, «que hace reflexionar a los jóvenes sobre lo que ha pasado en nuestra historia».

De una manera temporal, el visitante avanza entre las instantáneas de los años 20 y 30, con unas ‘aguaoras’ casi niñas, con sus cántaros en la cabeza en el Arco del Cristo de la ciudad monumental, hasta un Franco que se proclama caudillo en el palacio de los Golfines de Arriba en 1936. ¿Qué sería de aquellos presos republicanos de una fotografía de 1939? ¿O de esos niños que acompañan la procesión de la Virgen de la Montaña en la década de los 50?

Las imágenes muestran también el desarrollo urbanístico de la capital cacereña, como la que recoge la inauguración de la plaza de Italia, en 1939, llamada así en honor de los fascistas italianos de Mussolini; la antigua estación de trenes de la avenida Isabel de Moctezuma y la nueva, flamante, llena de púlblico el día de su ‘estreno’.

Vida social, con manifestaciones multitudinarias, a favor de la democracia tras el 23-F, contra ETA, Refinería No; momentos políticos históricos, como un mitin del recién legalizado Partido Comunista en 1977 o el primer gobierno regional de 1978 presidido por Luis Ramallo.

Sin duda, uno de los aspectos más curiosos es el cultural. Las imágenes muestran un Rafael Alberti en silla de ruedas en el teatro romano de Mérida en 1988. Este mismo escenario acoge una de las últimas actuaciones de Camarón, ya leyenda del flamenco, en 1991, Miguel de Unamuno con Margarita Xirgu ensayando la primera Medea del Festival de Teatro Clásico emeritense. ¿Se reconocerán en estas instantáneas los jóvenes que en el paseo de Cánovas juegan una partida múltiple con el campeón del mundo de ajedrez Anatoli Karpov en 1987? Gerard Depardieu rodando 1492: la conquista del paraíso, en 1991. Camilo José Cela, pensativo, en Trujillo. Éxitos deportivos, ascensos de baloncesto y fútbol, medallas olímpicas extremeñas, como la de Juan Carlos Holgado en tiro con arco en Barcelona, en 1992; o Nuria Cabanillas en gimnasia rítmica en Atlanta, en 1996.

Como expuso el director de este diario, «en un momento en el que todo aquel que tiene un móvil de última generación se cree periodista o reportero, esta exposición viene a reconocer que no todo es igual, que los fotógrafos de prensa son eso, los que ilustran las portadas de los periódicos y consiguen ‘la foto’, el clic en el que se resume toda la historia a relatar». Valga esta exposición para el reconocimiento de todos estos profesionales imprescindibles.