Si hay un festival capaz de programar a su cabeza de cartel el primer día es Extremúsika. Con gritos de «¡Marea! ¡Marea!» recibió un público impaciente a la banda de Kutxi Romero, que eligió el festival cacereño para volver a las tablas después de un tiempo. Ofrecieron los navarros su primer concierto de la gira El Azogue ante unos asistentes enfervorecidos por el regreso a los escenarios de un mito del rock español. Poco se quedaron en el tintero tras dos horas y media de concierto en una primera jornada. Lo hicieron acompañados por un clima inmejorable que parece que protagonizará la cita.

Lo que auguraba una resaca de miércoles no deslució la segunda jornada que amaneció aún más temprano si cabe. Ya a media mañana arrancaron los directos Amenoskuarto, 1945 y Stravaganzza. Los Aslándticos repitieron, esta vez con mejor tiempo. «Es un placer volver, el cartel es fantástico, la gente viene a disfrutar y nosotros esperamos hacerlo aún más», anotó Bueno Rodríguez, su cantante, minutos previos al directo. Rompió la tarde Vinila Von Bismark con una presencia arrolladora en el escenario. Su actitud y su estilo inclasificable que ondea entre el burlesque, la copla, el flamenco y el rockabilly, convenció al aforo reducido pero notable para la hora. La velada esperaba aún a La Pegatina y a Ramoncín, que pondrían broche al jueves rockero.