Fue día de abanicos, de mucho calor, de alguna mantilla y de procesión. La asociación Nuestra Señora de Guadalupe sacó ayer a la calle a su virgen, que llevaba 15 años sin pasear por Cáceres. Decenas de fieles la acompañaron durante su recorrido, que comenzó alrededor de las 12.30 horas en la parroquia de Santiago y prosiguió por la calle Caleros hasta llegar a la ermita del Vaquero. También desfiló a su lado la agrupación musical de Nuestra Señora de la Misericordia, que amenizó la mañana con diversas marchas.

"Los últimos nueve días han sido muy intensos", resumió Estela Rubio, secretaria de la asociación, que procesionó ayer junto a la virgen. No en vano, los cultos comenzaron el pasado 30 de agosto en la ermita del Vaquero y se alargaron hasta el día de ayer. "Nos hemos sentido muy arropados por todos los cofrades y hermandades cacereñas. Hemos superado las expectativas", reconoció Rubio. A la eucaristía de ayer, que se celebró en la parroquia de Santiago una hora antes de procesionar, asistieron alrededor de 120 fieles. "La ermita del Vaquero ha estado llena durante el novenario, y caben unas 70 personas sentadas, más toda la gente que ha pasado esporádicamente", afirmó.

"El balance es más que positivo", sintetizó Rubio, que también confirmó que desde la asociación ya piensan en actividades para el año venidero. "Organizaremos conferencias y alguna peregrinación. Lo que sí es seguro es que esto va a continuar. Nuestra madre tiene que estar todos los años por las calles de Cáceres", vaticinó. La asociación Nuestra Señora de Guadalupe lleva años en funcionamiento, pero durante los últimos su actividad se ha centrado en la ermita del Vaquero. En 2015, la antigua presidenta dejó vacante el cargo y se constituyó una nueva junta de gobierno que prometió "recuperar la tradición de la procesión y, al mismo tiempo, innovar", lo que se cumplió, en gran medida, en la jornada de ayer.