Wolf Vostell es una figura fundamental en el arte de vanguardia de la segunda mitad del siglo XX. Creador del Dé-coll/age, padre del Happening en Europa e iniciador del movimiento Fluxus y del videoarte, quiso que su obra permaneciera para siempre en el paraje de los Barruecos, en Malpartida de Cáceres. El mismo lo declaró 'Obra de Arte de la Naturaleza' al descubrir en 1974 sus rocas graníticas, el agua limpia del embalse, un hábitat diverso y el lavadero de lanas del siglo XVIII.

"Actualmente, un 15% de los visitantes del museo proceden de otros países, sobre todo Centroeuropa, Alemania, Francia, Suiza, Holanda y Portugal, también de Estados Unidos y Suramérica", explica la directora gerente, Mercedes Cortés, que subraya la trayectoria cuidada y las líneas definidas de este espacio, siempre bajo la dirección artística de la viuda del creador, la extremeña Mercedes Vostell.

Todo comenzó por amor. Nacido en 1932 en Alemania, Vostell fue un viajero despierto en busca de manifestaciones culturales. En 1958 llegó hasta Guadalupe para contemplar los cuadros de Zurbarán, y allí conoció a su esposa, que ejercía de maestra. Se inició así su relación con Extremadura, "que se consolidó plenamente cuando descubrió Los Barruecos en 1974. Quedó impactado por la belleza del lugar, y decidió que era idóneo para construir un museo que albergara parte de su obra y sobre todo la relación del hombre con la naturaleza", detalla Mercedes Cortés.

Los Barruecos sería desde entonces el espacio natural del Movimiento Fluxus. Vostell encontró allí el calor necesario para alojar arte de vanguardia, "porque entendió que el hombre sencillo que vive en el medio rural comprende al artista, de la misma manera que el artista fluxus entiende esa vida sencilla, ese devenir de lo cotidiano", subraya la gerente del centro. Vostell comenzó a instalar estructuras en el paraje. Más tarde el alcalde de Malpartida, Juan José Lancho Moreno, le cedió el viejo lavadero para su uso como museo de arte contemporáneo.

Hoy día, el Museo Vostell Malpartida alberga tres colecciones de trascendencia internacional: Colección Wolf y Mercedes Vostell, que él mismo instaló en la primera fase; Colección Fluxus Donación Dino di Magio, gran mecenas de este movimiento; y el fondo de artistas conceptuales cuyo germen surgió a partir de las actividades que Wolf Wostell puso en marcha en los primeros años del museo. Además, este espacio programa continuas actividades relacionadas con el arte en la naturaleza, el arte de acción, el arte sonoro o el vídeo arte.