Una no y la siguiente tampoco. Ninguna de las soluciones ofrecidas por empresa y trabajadores convence a la otra parte, y la situación se tensa por momentos. Waechtersbach, tercera industria de Cáceres, salió de la quiebra en el 2002 y vuelve a estar inmersa en una sucesión de paros y negociaciones rotas. Ayer se vivieron instantes de máxima crispación cuando la plantilla escuchó la última propuesta de la empresa: renunciar a parte del dinero adeudado a cambio del 10% de las acciones.

"Es vergonzoso, lamentable. Nosotros tenemos auténticos problemas para subsistir después de un mes sin cobrar, y ahora nos ofrecen participación en una fábrica que no se recupera", denunció ayer el comité de empresa. Un total de 86 de los 90 trabajadores iniciaron paros de 4 horas diarias el 20 de abril por el impago de la nómina de marzo (les falta un 15%), la subida del IPC correspondiente al 2004 y 2005, y el pago de incentivos atrasados. Desde entonces, ambas partes han roto las negociaciones una y otra vez.

La última reunión se produjo ayer entre el empresario, Rodríguez Carmona (tomó las riendas de la fábrica tras la quiebra), y los empleados. El titular les ofreció el 10% de las acciones y un representante en el consejo de administración, a cambio de no pagarles el 15% de marzo, la nómina íntegra de abril y los atrasos en el IPC y en las primas de calidad. "¿Y nosotros cómo comemos? Hay quien está pasando serios apuros, esto es crítico. Que cierre la fábrica de una vez o que nos dé lo nuestro", declaró el comité, que elevará los paros a 7 horas diarias desde el miércoles.

ENFRENTAMIENTO La situación se tensó tanto ayer que incluso se produjo algún forcejeo entre un empleado en huelga y otro que continuaba trabajando. Sin embargo, el empresario anunció por la tarde que hoy podría pagarles el 15% restante de marzo, y todo ha quedado emplazado a un nuevo encuentro esta misma mañana, en el que podría firmarse un acuerdo para regular el cobro de todos los atrasos.

"Hay que tranquilizar la fábrica y trabajar, porque tenemos una cartera de un millón de euros. Cuesta mucho levantar una empresa, hay que pagar a la plantilla, a los proveedores, la deuda anterior a la quiebra y buscar nuevos clientes, pero ya llegan los pedidos. El problema es lograr financiación. Pero ante todo tenemos que desbloquear la planta", dijo ayer Carmona.