La fábrica de cerámicas debe afrontar su primer desembolso millonario tras salir de la quiebra: el pago de unos 800.000 euros (130 millones de pesetas) para indemnizar a los 44 trabajadores despedidos en otoño. Lo hará durante la primera semana de julio según confirmó ayer la empresa a EL PERIODICO, en respuesta a la movilización organiza por estos operarios durante la mañana para exigir sus pagos. "Tenemos que respetar los plazos, pero cumpliremos a rajatabla", dijo un asesor.

Los trabajadores se mostraron ayer indignados: "Nadie nos ha tenido en cuenta, ni el juez Felipe Vela, ni el empresario Carmona, ni la Junta ni los sindicatos, que permiten esta situación", afirmó un portavoz durante la protesta. Indicaron que el retraso en las negociaciones de Waechtersbach les ha perjudicado. "Teníamos que cobrar en abril, después en mayo, ¿y ahora cuándo?", criticaron, sin descartar más movilizaciones.

Por su parte, la empresa explicó que el fin de la quiebra no será firme hasta cinco días después de su publicación en los boletines oficiales. Calcula que el 30 de junio se habrá cumplido y en tal fecha celebrará una junta de ampliación de capital que inyectará un millón de euros. "Les pagaremos ese mismo día si es posible", dijo el asesor. Los operarios cifran el total en 900.000 euros y la empresa en unos 700.000.