Cuando en 1992 se celebró por primera vez el Womad en Cáceres, eran pocos los extremeños que podían hablar con propiedad sobre este encuentro multiétnico que tanta trascendencia había de tener en la articulación cultural de Cáceres y de Extremadura en años posteriores. Pero la vida del Womad en Cáceres nunca fue fácil.

Para los de la ciudad de siempre , cerrada y ajena a lo que se hace fuera, era poco menos que la invasión de la cochambre, un gentío de aspecto deplorable y hábitos entre pecaminosos y delictivos, congregados con el fin de escuchar músicas raras. Para otros, los de la ciudad del futuro , era un lujazo tener cerca y gratis a artistas que nunca habían imaginado poder disfrutar en la parte antigua.

Estas posturas se fueron enconando. Pero el Womad adquiría fuerza y presencia no sólo en Extremadura. Se nos empezaba a conocer en toda Europa por ser vecinos de una pequeña ciudad que albergaba uno de los encuentros interculturales más importantes del mundo. En cada edición aumentaban las gentes de todo pelaje que llegaban a nuestra ciudad para encontrarse con las músicas y danzas que preconizaban un mundo más justo y solidario.

Así hasta hoy, cuando leemos que pueden romperse la relaciones comerciales entre instituciones y empresa. Unos no quieren pagar más y otros quieren cobrar más y dar menos. Un lío de difícil traducción para los que sólo disfrutamos del contenido artístico.

El futuro se presenta lleno de incertidumbre, como siempre. ¿Quién va a organizar ese futuro encuentro multicultural? ¿Serán productoras musicales-verbeneras de carácter local o un sello musical forastero como ahora? ¿Será un estilo al del ferial-abrevadero como en las últimas ediciones? ¿O se volverá a recuperar el espacio intramuros que siempre dio lustre al Womad? Son muchas las incógnitas y pocas las respuestas, por lo que pedimos que antes de dar el paso de la ruptura se contemplen las posibilidades de reconducir el problema. No vaya a ser que salgamos del Womad para entrar en alguna horterada de carácter regional que nos quite el prestigio que esta tierra ha ido adquiriendo con el paso de los años, y son doce. De todas formas seguiremos participando del Womad allí donde se celebre. Aunque no sea en Cáceres.