La imagen y los cometidos de los distintos cuerpos de la policía local han cambiado, y mucho, en las últimas décadas. Entre turistas, inmigrantes y residentes, ya ni siquiera basta con conocer la lengua castellana, porque las ciudades son auténticas torres de babel donde el agente debe entender a todos y debe hacerse entender por todos. Desde sus uniformes hasta su preparación mental y física, la policía se ha ido acoplando a las nuevas demandas. Hay ejemplos por todo el país.

En el 2008, la Comunidad de Madrid comenzó a enseñar el lenguaje de signos a los agentes para facilitar su comunicación con los discapacitados auditivos. También ha potenciado los cursos específicos de inglés, a través del programa Helping citizen , puesto que en Madrid residen un millón de extranjeros y llegan cada año más de 9 millones de turistas.

Por su parte, los policías locales de Murcia han recibido clases de inglés, marroquí dialectal y rumano para facilitar la comunicación con los extranjeros afincados en los diferentes municipios, que suman 172.000 inmigrantes regulares.

Marbella o Canarias

En Marbella, municipio turístico donde los haya y residencia de miles de foráneos, la academia de policía hace especial hincapié en la enseñanza del inglés, incorporada el año pasado como materia básica exigible.

Asimismo, el Gobierno Canario se ha propuesto reconvertir a los agentes de los cuerpos municipales en una policía turística , consciente de la importante labor asistencial de los agentes en un territorio eminentemente turístico, con 10 millones de visitantes anuales. El conocimiento del inglés, el francés o el alemán se ha convertido en prioridad en la Academia Canaria de Seguridad, que incluso ha diseñado un curso de inglés dirigido a policías locales, en colaboración con Radio Ecca, que prepara a los policías para prestar información al turista en temas rutinarios: comprender preguntas sobre direcciones, saber orientarle, entender una conversación telefónica, preguntar y tomar datos personales, explicar los trámites para una diligencia, ayudar a víctimas de robos...

En Valencia, los agentes de la policía local mejoran su formación profesional aprendiendo idiomas a través de las nuevas tecnologías. Lo hacen mediante la iniciativa Linguacop , con financiación europea, que consiste en la creación de una plataforma informática on-line para la enseñanza de idiomas --fundamentalmente inglés-- a distintas policías europeas.

Esta necesidad se extiende por todo el territorio nacional. En Cataluña, las policías locales y los Mossos de Escuadra tienen divisiones especiales para atender las playas y las zonas más turísticas. En las academias de seguridad de Castilla-la-Mancha, Valencia, Andalucía o Extremadura ya incluyen inglés policial en la etapa de formación inicial que deben pasar todos los agente. Incluso las academias privadas han diseñado cursos específicos en los que el policía aprende a defenderse en situaciones cotidianas: pedir el pasaporte, imponer multas de tráfico, atender a víctimas de accidentes, recoger quejas y hasta entender tacos en otras lenguas que pueden suponer un desacato.