Es tal el caudal de recomendaciones dirigidas a la población al objeto de poder detectar y esquivar las innumerables trampas colocadas con más o menos arte y disimulo en el terreno mercantil, que quizás sea adecuado ir contemplando la opción de incluir entre los regalos de cumpleaños entregados a los pequeños una guía básica de prevención frente al engaño y las malas prácticas empleadas en materia de consumo. Lamentablemente, la voracidad lucrativa puede concentrarse a niveles que entrañan un riesgo inminente para la salud del cliente o consumidor.

La idea de un mundo que se mueve mediante los engranajes de la ética y las buenas formas es seductora, aunque parece tener más posibilidades de servir como base argumental para una miniserie televisiva que de convertirse en una realidad.