Si en febrero eran 8.685, en marzo han sido 9.297, nada menos que 612 cacereños más que pasan a engrosar las listas del paro, según informa el alcalde, Luis Salaya, que hoy ha protagonizado una comparecencia en la que no ha podido ocultar su preocupación y desánimo. Esa subida de más del 7% en los datos del desempleo se enmarcan dentro de esas previsiones del Fondo Monetario Internacional que atisba un desplome de la economía española del 8% y un disparo de falta de trabajo del 20,8%

Pero ese supuesto del FMI se va quedar "corto, muy corto", a juicio del dirigente municipal, que piensa que ofrece unas cifras optimistas. "Nosotros vamos a poner todos los esfuerzos, pero va a ser una situación extraordinariamente dura en nuestra ciudad".

Por eso, Salaya perfila actuar contra la sangría en cuatro direcciones: la asistencia social y de emergencia para no dejar a nadie atrás, el asesoramiento y formación a las personas que pierdan su empleo, el apoyo a los empresarios y pymes para frenar al máximo posible la destrucción de empleo, y por último la adopción de medidas para generar empleo "y auxiliar a quienes sufran".