La histeria se adueñó ayer de los cacereños cuando un comunicado interno de la Guardia Civil empezó a difundirse por las redes sociales con el siguiente titular: «Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local establecen un dispositivo para el cerramiento de la ciudad de Cáceres». Evidentemente era un titular que inducía a error puesto que en el texto quedaba perfectamente claro que lo que los agentes van a hacer desde hoy y hasta el próximo domingo es controlar los accesos a la capital para evitar desplazamientos injustificados.

Enseguida la Benemérita aclaró las dudas y en una nota remitida a la prensa indicó que solo se trataba de un borrador que no se había difundido de manera oficial y reiteraba: «No se va a cerrar Cáceres; esa circular iba dirigida a informar de la cooperación policial de cara a velar por el cumplimiento de las medidas impuestas por la situación del estado de alarma, sobre todo durante el fin de semana, que se suelen producir salidas a segundas residencias. Pero repetimos, que no se va a cerrar Cáceres. No obstante, cualquier información se hará llegar por la Delegación del Gobierno».

Y siguió insistiendo: «No se va a cerrar Cáceres de ninguna manera, más allá de los controles que normalmente se vienen estableciendo para velar por el cumplimiento de las medidas impuestas por el estado de alarma, eso es lo que debe trascender», recalcó la comandancia.

Lo cierto es que lo que trascendió fue una nota inicial que sembró la alarma en la capital. La pregunta es: ¿quién la difundió, por qué se permitió que alguien la filtrara, que circulara por las redes y llenara a los cacereños de mayor zozobra?. La noticia se expandió convertida en bulo, o no, porque el titular, de facto, inducía a error. Corrió como la pólvora entre los grupos de colegios, de amigos... y se creó una gran alarma.

Por lo demás, ayer fue una jornada en la que el alcalde, Luis Salaya, compareció ante la prensa sin andarse con rodeos. Al ser preguntado sobre si creía que el estado de alarma volverá a alargarse, respondió: «Tengo mi opinión y creo que sí, que se prolongará; tiene toda la pinta. Hay que intentar que se prolongue lo menos posible. Pero la principal prioridad es la salud; la segunda, la economía, atender a los más vulnerables. Y con lo que venga, tendremos que pelear lo mejor posible».

Salaya dijo que este panorama obliga a endurecer las medidas, aunque recordó que Cáceres fue de las primeras ciudades españolas en adoptar un protocolo. Sin embargo, ahora todo está mucho más blindado, especialmente en el plano policial, donde los agentes realizan un rastreo exitoso entre los ciudadanos que para salir a la calle ponen la excusa más recurrente, que es la de ‘Voy a la farmacia’. La mayoría de los casos demuestran que no acuden a la botica. «Ahora no es tan sencillo salir», señaló el alcalde. De hecho, este miércoles se ‘cazó’ a seis personas que viajaban en grupo en un autobús y que además se paseaban también en grupo por la ciudad. Es una irresponsabilidad mayúscula.

Ese mismo día, se impusieron 25 denuncias, se dio el alto a 416 vehículos y a 364 personas. Los controles los efectúa la policía local, donde hoy se recibirán los resultados de nuevos test practicados a agentes, aunque de momento la cifra de contagios se mantiene en 10.

Pese a todo, Salaya consideró que Cáceres «cumple». «Los cacereños están respondiendo bien al confinamiento». La situación sigue siendo difícil y el regidor no pudo predecir cuándo bajará la dichosa curva. «Todos los hospitales del área de salud de Cáceres están en nuestra ciudad. Tenemos tres hospitales y el mayor número de plazas de residencias de mayores que ninguna otra ciudad de Extremadura. Somos algo más que una ciudad, somos la capital, y la mayor parte de servicios sanitarios, de residencias, de centros de dependencia están aquí, y eso nos obliga a unos retos, que asumimos y llevamos de la mejor manera que podemos».

En este escenario, de datos terribles, Salaya llamó al consenso político para encarar el futuro. La cosa se está poniendo fea. Cuidemos los titulares.