La crisis sanitaria del coronavirus continúa haciendo mella entre los equipos de fútbol de las localidades extremeñas con mayor número de contagios. La incertidumbre sobre el avance de la pandemia, la retirada de apoyos económicos y sponsors entre los clubes más modestos, y el hecho de que la mayoría de los jugadores son aficionados y por tanto, dependen de sus puestos de trabajo, está provocando que al día de hoy, el Grupo II de la Segunda División Extremeña se haya reducido a sólo cinco equipos, y el Grupo III se quede con siete.

Esta merma de clubes en competición ha llevado a la Federación Extremeña de Fútbol a proponer a las directivas de los equipos que permanecen en ambos grupos dos fórmulas, que han votado en asamblea telemática. La primera, la fusión de ambos grupos, para así tener una liga más larga, con 12 equipos en competición. La segunda, que la liga se dispute a tres vueltas.

Inconveniente

InconvenienteSegún ha manifestado el presidente del Club Polideportivo Monesterio, José Luis Cubero, aunque la primera propuesta pudiera resultar “más vistosa” de cara a la dura temporada que se avecina, el hecho de fusionar ambos grupos supondría un “gasto en desplazamientos” que supera las previsiones económicas del club. Los desplazamientos serían “mucho más largos”, con gastos “no presupuestados y difícilmente asumibles”.

Con estos condicionantes, Cubero votó a favor de una liga con tres vueltas, al igual que “el resto de representantes de los clubes del grupo tercero”, (Puebla de la Calzada, Aceuchal, Monesterio, Santa Teresa y Santa Isabel); con lo que “inicialmente, y si no “hay ningún otro cambio”, el grupo estará formado por sólo cinco equipos y liga a tres vueltas. En lo estrictamente deportivo, esta situación, “ni perjudica, ni favorece”, afirma Cubero, aunque los “que nos hemos quedado somos los que tenemos más ganas de ascender”. Será liga ilusionante y excepcional, concluye Cubero, “por las inusuales características que presenta”.