La actriz Audrey Tautou, conocida mundialmente como el rostro de la cándida "Amélie", sigue apostando por el cine "de universo personal, pero no elitista" en "Un engaño de lujo", una comedia romántica que la devuelve al cine francés y que se estrenará en España el próximo 15 de junio.

Audrey Tautou reconoce que "nunca hay que juzgar a los personajes" que un actor interpreta y, por eso, define a Irene, la "cazafortunas" a la que encarna en "Un engaño de lujo", como "más una enfermera que una verdadera prostituta".

En esta película, que presentó hoy en Madrid y que supone el octavo film de su director, Pierre Salvadori, Tautou busca a los ancianos más acaudalados de la Costa Azul francesa y se acerca a un "registro de comedia pura" que no frecuentaba desde la película que le valió el César a la mejor actriz revelación en su país en 1999, "Venus: salón de belleza".

Hundiendo sus raíces en el humor sofisticado del Hollywood clásico y con referentes como Gregory La Cava o Ernst Lubitsch, "Un engaño de lujo" enfrenta a la actriz de "Largo domingo de noviazgo" con Gad Elmaleh, actor de tradición cómica gracias a títulos como "El juego de los idiotas", cuyo personaje le reconvierte en gigoló con la finalidad de colmar las ambiciones de la mujer de la que está enamorado, a la que encarna Tautou.

"No es una mala chica. Tras ese lado banal hay un fondo soñador e infantil que le lleva a no reparar en medios para llegar a ser una princesa", reconoció ante la prensa, y añadió que, por ello, "es el personaje más lejano" a sí misma que ha realizado hasta la fecha.

A pesar de eso, el papel "no requirió mucha preparación. Con un buen vestido, un peinado y unos tacones altos ya había mucho recorrido hecho", algo que convirtió el rodaje, según sus palabras, en "una especie de vacaciones".

Este trabajo cómodo contrasta con su experiencia en Hollywood en el rodaje de "El Código Da Vinci", película para la que, reconoció, se fijó "más en trabajar con Tom Hanks y Jean Reno que en la estructura del guión" y para la que trabajó "de manera muy estudiada, ya que el inglés sigue siendo una limitación".

Tautou, aunque busca "gente interesante con la que trabajar, sea donde sea", se reconoce "poco amiga de la fama, porque el anonimato es una parte de la libertad" a la que no quiere renunciar por convertirse en una celebridad del cine estadounidense.

Del cine español, le gustaría trabajar con Almodóvar o Julio Medem, pero en su propio país encuentra "un cine de autor más cercano al que a mí me gusta como espectadora", aseveró.

Así, tiene pendiente de estreno "Ensemble, c'est tout", de Claude Berri -en la que sustituyó en el último momento a Charlotte Gainsbourg-, y ha confirmado su participación en una biografía parcial de la diseñadora Coco Chanel que dirigirá Anne Fontaine, aunque "el guión todavía se está escribiendo, así que poco más se puede decir".

Sin embargo, la rueda de prensa que concedió hoy dejó de manifiesto que, cinco años después de su estreno en España, el papel que Jean-Pierre Jeunet le brindó en "Amélie" sigue asociándose a su nombre, algo, reconoció, que nunca ha vivido "como un problema, sino que es más bien un regalo" que le abrió las puertas a "todo lo que ha venido después".

Desde entonces hasta ahora, directores como Alain Resnais -que la dirigió en la inédita en España "Pas sur la bouche"- o Stephen Frears -que la unió a Sergi López en el reparto de "Negocios Ocultos"-, han querido contar con Tautou, que sigue abierta a nuevos retos interpretativos que rompan con esa imagen inocente que le granjeó la película de Jeunet. "Me encantaría hacer un papel en el que tuviera que tirarme un pedo", concluyó.