Uno de los elementos que señalan como pruebas del reenganche a la modernidad es la capacidad de apertura a otras experiencias culturales, como la literatura hispanoamericana o en las otras lenguas españolas, a las que dedican un espacio notable. Respecto a la literatura llegada de América, opina Ródenas, "no podíamos darle un tratamiento correspondiente a su relevancia porque se hubiese comido el libro", pero era inevitable explicar la "influencia fundamental" del boom en la renovación de los 70 y el fenómeno ininterrumpido de "convergencia" entre la literatura de los dos lados del Atlántico, con casos de integración como los de Roberto Bolaño, Mario Vargas Llosa y, hoy, Juan Gabriel Vásquez.

No solo reseñan sino creen que se deben tener en cuenta las relaciones cruzadas con las catalana, gallega y vasca. "Estas tres literaturas y la castellana son parte de un sistema en el que circulan productos culturales. Hablar de Vila-Matas sin tener en cuenta de que forma del mismo sistema literario que Quim Monzó sería un error", considera Ródenas.