TLtos León Barrios son "cabeza, corazón y coño". La cabeza es Paco. El corazón es su hermana María. Y el coño, la madre que los parió: Carmina Barrios. La definición no es nuestra sino de Paco León (Sevilla, 1974), que el domingo que viene aspira a salir por la puerta grande de los premios Goya y llevarse el galardón al mejor director novel por Carmina o revienta , falso documental sobre su madre, una "bestia de la interpretación" que nunca hasta ahora se había puesto ante una cámara. No lo ha hecho nada mal la mujer para ser su primera vez. En el Festival de Málaga conquistó el premio a la mejor actuación femenina. Y ahora, en los Goya, tiene papeletas para llevarse el de actriz revelación. El tercer miembro del clan sevillano, María --la Pepita de inmensos ojos azules que no dejó de llorar en La voz dormida -- también compite por un cabezón para actriz secundaria.

Los León Barrios sacan la garra. Quieren sus Goya por Carmina o revienta , película cuyo guion es una excusa para mostrar (con exageraciones y notas escatológicas de por medio) la fortísima personalidad de Carmina Barrios, madre coraje que sabe zafarse de un insistente cobrador del frac y que, por ejemplo, se bebe una medicina para curarse una infección vaginal en lugar de hacer lo que decía el prospecto: disolverla en agua y lavarse con ella.

Carmina o revienta está basada en anécdotas familiares reales mil veces contadas en las sobremesas de la familia León Barrios. Pero que conste --advierte Paco-- que es pura ficción. "Soy muy pudoroso. No hablaría de mi vida privada si no tuviera un sentido artístico, si no quisiera contar una historia. Para mí, la coartada perfecta es que es ficción. Aunque, claro, una buena mentira siempre tiene algo de verdad", comenta el actor, que lleva "infinitos" años dando vida en Aída (Tele 5) al Luisma.

A Paco le gusta hablar de su madre. Sonríe y le brillan los ojos cuando la define como una "madre soldado". Y se explica: "Ella pide una misión y la cumple. ¿A quién hay que matar? ¿A qué dragón hay que cortarle la cabeza? Ella es una heroína". Carmina Barrios (59 años) no nació así. Se hizo así. "Nos tuvo muy joven. Carmina se ha ido convirtiendo en una heroína con los problemas familiares", desvela Paco, que no oculta que, al igual que todos los adolescentes del planeta Tierra, él también sintió "vergüenza de madre" cuando, por ejemplo, Carmina acudía a las reuniones del colegio. "A medida que pasa el tiempo ves que te pareces a tus padres. Cuando antes perdones a tus padres más tranquilo te quedas con tus raíces", añade el actor, que a duras penas puede salir a la calle sin la gente le grite "¡¡¡el Luisma!!!".

Mucho Luisma, sí, pero Paco sueña con poder hacer cosas normales que hacen todos los padres, como llevar a su hija a la cabalgata de Reyes. No se atreve. Demasiada popularidad. Sí se atreve, sin embargo, con otras multitudes. Por ejemplo, la de Ikea un sábado por la tarde.

El militar y el artista

Que Paco sea popular hasta la saciedad no significa que se haya convertido en un divo. Sigue sonriendo a la gente que le pide a gritos en plena calle que no deje jamás Aída . Y accede a hacerse fotos con ellos, algo que sucede, por ejemplo, nada más terminar esta entrevista, cuando el fotógrafo de El Periódico le hace un retrato en plena Gran Vía.

Además de la cabeza, el corazón y coño (Paco, María y Carmina), el clan León Barrios tiene dos miembros más. Un hermano militar. Y un padre artista. Los dos también aparecen en la película, pero como figurantes. Si Paco se emociona hablando de su madre, cuando lo hace de su padre derrocha amor a la tercera potencia. "Mi padre lleva cortando jamón desde los 12 años regenta un bar pero es un artista. Mi madre puede ser un animal de la interpretación, pero el artista es mi padre. El dibuja, pinta, canta, hace música, se emociona... Tiene temperamento artístico. Si mi hermana María y yo hemos heredado alguna vena artística el responsable ha sido mi padre", cuenta con orgullo. Y concluye: "Detrás de una gran mujer hay un gran hombre y ese es mi padre". Quién le iba a decir a Paco que diría ahora estas palabras después de haber sido