El pasado 22 de mayo cumplió 92 años. Charles Aznavour. Parisino de ascendencia armenia. Mito universal que no solo representa la conjunción perfecta entre el romanticismo de la canción melódica y la veracidad de la chanson de autor. Del mismo modo que antes de destacar por sí mismo escribió para Edith Piaf, una vez consagrado compuso muchos de los hits pop que encumbraron a estrellas de generaciones posteriores. Incombustible embajador de la canción francesa que ha grabado también profusamente en castellano, italiano, alemán, portugués, inglés- Precisamente, su canción For me formidable tuvo un reciente revival vía Hollywood. El cronista de la bohème parisina, el autor de Venecia sin ti , desmonta en esta entrevista tópicos sobre su leyenda y confiesa que la inspiración no reside en ningún lugar concreto.

--¿Qué representó para usted actuar en el Liceu, hace justo dos años, tras tanto tiempo sin visitarnos?

--No había vuelto desde mucho antes de ese concierto, y eso que al principio de mi carrera venía a cantar a Barcelona muy a menudo. Guardo un recuerdo imperecedero de aquella noche, la belleza de la sala y el calor con el que el público me recibió. Hasta el punto de que la seguridad del teatro nos tuvo que escoltar a la salida ante al entusiasmo desbordante de la gente.

--Acababa de cumplir 90 años y parecía que sería la última oportunidad de verle en Barcelona. ¿Se ha planteado dejar los escenarios?

--Por más que me hagan esa pregunta, la respuesta es siempre la misma: "No". Dije hace tiempo que no voy a dejarlo y lo he cumplido. ¡Volveré mientas mi corazón palpite! Mientras mantenga las capacidades, no abandonaré a mi público. Es algo que necesito, pues mi mayor placer es mi trabajo. ¡Y me hace feliz ver que el público sigue siempre ahí!

--¿Hay algún rincón de Barcelona al que le gustaría escaparse si viniera con más tiempo?

--Me gusta pasear por la ciudad y observar a la gente, su manera de vivir, de hablar, de amar. Lo que busco es inspiración y esta se encuentra en todas partes. No soy de los que necesitan escaparse a un lugar concreto para encontrarla.

--¿Le interesa la música francesa actual?

--La música me interesa en sí misma. En cada país intento descubrir artistas, seguir las novedades y conocer sus creaciones. Me encanta escuchar mis canciones adaptadas por jóvenes artistas, sobre todo cuando las hacen de un modo diferente al mío. Entre las nuevas generaciones existen artistas con muchísimo talento y colaborar con algunos de ellos ha sido para mí un auténtico placer. Me refiero a gente como Zaz y Benjamin Clementine.

--¿Cómo de formidable le parece Stromae?

--Me parece muy bien.

--Recientemente dijo en una entrevista: "De nada sirve la vanidad". ¿Siempre ha pensado igual?

--El dinero nunca fue una fuente de motivación para mí. Lo que me motivaba y continua motivándome es el amor que siento por mi oficio. Durante mi infancia, viniendo de una familia de emigrantes, no teníamos casi nada. Claro que al principio, cuando comencé a ganar dinero, tuve ganas de tener las cosas que nunca había tenido, pero enseguida me di cuenta de que el amor de mis padres y mi familia es lo único que cuenta. Ni la celebridad, ni las cosas materiales, ni el poder te dan la felicidad. La verdadera riqueza es hacer lo que uno desea y estar rodeado de la gente que te quiere.

--¿Alguna vez ha imaginado cómo sería su vida si hubiese sido una persona anónima?

--Mi vida sería la misma, trabajaría de la misma manera desde la mañana hasta la noche.

--¿Sigue escribiendo casi a diario?

--Sí. En cuanto tengo un momento libre, anoto con un bolígrafo sobre una hoja blanca, garabateo con un lapicero o escribo laboriosamente sobre mi mini iPad o mi ordenador. El lugar no tiene importancia. Lo que cuenta es tener una idea, un tema y voluntad.

--¿Su proyecto más inminente es un libro, un disco-?

--En este momento estoy concentrado sobre todo en mis giras internacionales. Entre concierto y concierto, trabajo sobre el espectáculo My Paris, que está basado en la historia de Henri de Toulouse-Lautrec. Recientemente se ha estrenado en Nueva York y ha tenido muy buenas críticas, especialmente en el periódico The New York Times . Además, trabajo sobre otro espectáculo, un nuevo disco y me vienen siempre nuevas ideas de libros a la cabeza.

--¿Ha rechazado muchas ofertas para volver al cine?

--Sí, porque no ya no tengo la misma facilidad para aprenderme los textos. Hay muchos actores que leen sus diálogos o que llevan pinganillos, y se les da muy bien, pero yo no me sentiría cómodo haciéndolo así. Por ello, he decidido no aceptar nuevos papeles.

--Entre el público que asistió al Liceu estaba Raphael. En los años 60, ¿conocía usted la versión que él hizo de La mamma ?

--Sí, claro, y me gusta mucho. Como también su versión de otra de mis canciones, Le toreador . ¡Raphael es un gran cantante.

--¿Qué importancia cree que tendrá el reciente reconocimiento del genocidio armenio por parte de Alemania?

--Es un ejemplo de honestidad en relación con su historia. Desde hace tiempo, Alemania cumple su deber sobre la memoria de la Shoah término hebreo para referirse al Holocausto y hoy persevera en su labor al reconocer el genocidio armenio. Esto es todavía más valiente, sabiendo de su implicación en los acontecimientos ocurridos en Turquía, y reconoce su parte de responsabilidad. Espero que Estados Unidos e Israel sean los siguientes, así como Turquía, y hagan prueba de tanta sabiduría y honestidad hacia la historia.