Por primera vez en sus 25 años de historia, el presidente de la Academia de Cine no es un director ni un productor sino un distribuidor y exhibidor. Puede que el nombre de Enrique González Macho, que también es productor, no suene mucho entre la gente de la calle, pero es un peso pesado de la industria española del cine. Lleva 42 años en la profesión, empezó sirviendo cafés y ahora es el máximo responsable de los cines Renoir y de la distribuidora Alta Films. Su candidatura obtuvo 256 votos frente a los 101 de Bigas Luna. Ejercieron su derecho un 37,7% de los académicos, un porcentaje bajo pero, curiosamente, bastante más elevado que el de otras elecciones.

González Macho se impuso ayer de forma incontestable al director catalán, cuyas opiniones sobre la mezcla explosiva cine-internet (bastante más flexibles que las del nuevo presidente) no gustan en exceso a los académicos, siempre favorables al respeto a los derechos de los creadores y de todos los que hacen posible que una película salga adelante.

Una vez finiquitada la etapa de Alex de la Iglesia --que cogió la Academia con muchísimas ganas, pero salió espantado a los dos años y medio después de que, en contra de su criterio, se aprobara en el Parlamento la ley antipiratería-- los académicos han dado su respaldo a un profesional del cine entre cuyas prioridades no está la red. "Internet es uno de los debates, pero no es el único. Hay cosas más importantes, como el día a día. Internet forma parte del futuro, lo que pasa es que el futuro todavía no está bien definido", explicó ayer en la Academia y rodeado de las dos profesionales que completan su terna: la cineasta catalana Judith Colell y la actriz vasca Marta Etura.

VERSION ORIGINAL En todo caso, González Macho sí es consciente de la importancia de internet. Es, de hecho, uno de los fundadores de Filmin, portal de pago que tiene a disposición de los usuarios centenares de películas, la mayoría de cine independiente, con un precio que oscila entre 1,5 y 3 euros. "Los beneficios del portal aún no suponen ni el 1% de lo que invertimos, pero hay que estar ahí, en la red", destacó. El nuevo capitán del barco del cine español dejó claro que el futuro de las películas en internet es el pago. "El todo gratis no vale", zanjó.

González Macho también hizo mención al doblaje, una "aberración" y una "losa". Sin embargo, no se mostró partidario de imponer la versión original. "El público está habituado a ver películas dobladas. Fomentar la versión original, sí. Imponerla, no", concluyó. El principal caballo de batalla del nueva cúpula de la Academia será luchar para que el público ame y respete más el cine español, que tantos éxitos cosecha fuera de sus fronteras. La directora Judith Colell (Elisa K ) añadió que la Academia también se esforzará en todo lo relacionado con la paridad. "Es injusto y absurdo que solo el 10% de los cargos directivos o creativos del cine estén ocupados por mujeres".