George Clooney no sabe presentarse ante un público amplio sin deslizar constantes chascarrillos. Disfruta en las situaciones en que puede afilar su agudeza. Ayer, en la rueda de prensa de Venecia tras la proyección de Michael Clayton, se puso a la conquista de la carcajada con su natural empeño. "No me cae bien. No me gustan los directores más guapos que yo", dijo de Tony Gilroy, debutante en la dirección. "Temía que me preguntárais quién soy yo. Menos mal, porque a estas alturas aún no lo sé". "Tom Wilkinson el veterano y formidable actor británico me dijo que todo lo que sabe de interpretación lo aprendió de mí".

Y pese a todos estos amables intentos, al final la seriedad ganó a la chanza en el encuentro entre la estrella y los enviados especiales. Quizá porque Michael Clayton , en competición oficial en el festival, es una cinta seria, que trata temas de calado, como la corrupción empresarial, la ambición mal conducida y el dilema de la fidelidad laboral en situaciones injustas. Un thriller legal que se deja ver bien y que a Clooney en particular puede darle una entrada en el circo de los premios.

GUIONISTA Gilroy cuenta con Clooney en casi todos los planos. "Es mi guardaespaldas. Sin la protección de un tipo como Clooney es difícil lograr que financien una película así", dijo el director novel, un guionista considerable (ha escrito las tres aventuras de Bourne) pero con nulo músculo en Hollywood. Así que los primeros planos de un circunspecto Clooney abundan.

Y hace bien. El actor que mejor cae a hombres y mujeres a la par interpreta a un abogado especializado en moverse entre bastidores para resolver repentinos problemas legales de clientes de su corporación. Un abogado con sus sombras personales y al que Clooney aporta la cualidad adusta y ojerosa adecuada. "El personaje estaba muy bien descrito en el guión. Y eso me encanta, porque entonces casi no tengo ni que esforzarme".

"Yo pensaba --reflexionó-- que a estas alturas de mi carrera todo sería muy fácil y que me lloverían los buenos guiones. Y no es así, porque en realidad al año hay como mucho dos o tres guiones buenos de verdad". Clooney dejó hace tiempo de ser un mero actor. Ha dirigido Confesiones de una mente peligrosa y Buenas noches, y buena suerte ), a punto está de estrenar Leather heads , y no para de producir. Habla, por tanto, como un hombre de la industria.